Porque su herida es incurable; porque ha llegado a Judá; ha venido a la puerta de mi pueblo, a Jerusalén.

Porque su herida es incurable: su caso, política y moralmente, es desesperado. La versión en inglés es mejor que el margen. El plural hebreo, 'sus heridas' (literalmente, 'sus golpes', infligidos por Dios), unido al verbo singular, 'es incurable', implica que la afirmación es cierta tanto para todos en general como para cada uno individualmente.

Llegó a Judá, literalmente, hasta Judá, la herida o la calamidad inminente (cf.).

Ha venido a la puerta de mi pueblo, incluso a Jerusalén: el mal ya no se limita a Israel. El profeta prevé la llegada de Senaquerib incluso "a la puerta" de la ciudad principal. El uso de "eso" y "él" apropiadamente distintos. Ella, la calamidad, "llegó a" Judá, muchos de cuyos habitantes sufrieron, pero no llegaron a los ciudadanos de Jerusalén, "la puerta" por la cual el enemigo (él) "llegó". "pero no entró ( "Sennaeherib rey de Asiria subió contra todas las ciudades fortificadas de Judá, y las tomó;").

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