¡Ay de la maldita ciudad! todo está lleno de mentiras y robos; la presa no se aparta;

¡Ay de la maldita ciudad! - literalmente, ciudad de sangre, es decir, derramada por Nínive; del mismo modo que ahora su propia sangre debe ser derramada.

Todo está lleno de mentiras y robos - violencia (Maurer). Extorsión (Grocio).

La presa no se aparta - Nínive nunca deja de vivir de la rapiña. O, mejor (como requeriría la traducción del éter, 'no se aparta de ella'), el verbo hebreo [ yaamiysh ( H4185 )] es transitivo, 'ella (Nínive) no hace partir la presa:' ella no cesa de saquear.

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