Y discutí con ellos, y los maldije, e hirí a algunos de ellos, y les arranqué el cabello, y les hice jurar por Dios, diciendo: No daréis vuestras hijas a sus hijos, ni tomaréis sus hijas para vuestros hijos, ni por ustedes mismos

Malditos, х 'ªqalleem ( H7043 )]- les reprochó amargamente.

Golpearon... y les arrancaron el pelo. Cortar el cabello de los ofensores parece ser un castigo más vergonzoso que severo; sin embargo, se supone que a la deshonra se añadía el dolor, y que se arrancaban los cabellos con violencia, como si estuvieran desplumando un pájaro vivo.

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