Y Jehová envió serpientes abrasadoras entre el pueblo, y mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel.

El Señor envió serpientes ardientes, х hanªchaashiym ( H5175 ) hasªraapiym ( H8314 ); Septuaginta, tous opheis tous thanatountas], serpientes mortales. La parte del desierto en la que se encontraban los israelitas, cerca de la cabeza del golfo de Akaba, está muy infestada de reptiles venenosos de varios tipos, en particular lagartos y escorpiones, que, al tener la costumbre de estar entre la hierba larga, son especialmente peligrosos para la gente de pies desnudos de Oriente. El único remedio conocido consiste en chupar la herida o, en el caso del ganado, en la aplicación de amoníaco.

No se puede determinar la especie de serpiente que causó tanta mortalidad entre los israelitas. Se dice que eran "ardientes", epíteto que se les aplicaba bien por su color brillante y vivo, bien por la violenta inflamación que provocaba su mordedura venenosa (ver Septuaginta, Deuteronomio 8:15 ). Bochart y otros piensan que era la serpiente venenosa llamada Hydrus, o Chersydrus [griego, dipsas], cuya picadura inflama y produce una erupción ardiente, una sed intolerable, y una hinchazón de todo el cuerpo, que termina en la muerte (ver una descripción de ella Lucan, 'Phar.', 9:, 791; AElian, 'Hist. Animales,' 6:, 51). Otros, que como las serpientes venenosas que se encuentran en la Península del Sinaí son pocas en especie, puede tratarse de una cobra.

Isaías menciona ( Isaías 14:29 ) х saaraap ( H8314 ) mª`owpeep ( H5774 ); Septuaginta, opheis petamenoi] serpientes voladoras (cf. Isaías 30:6 ). Herodoto habla de 'serpientes aladas', que en la primavera llegaron volando desde Arabia, y fueron destruidas por los ibis ('Herodotus' de Rawlinson, lib. 2:, cap. 75; 3:, 107; AElian, 'Hist. Animals, lib. 2:, cap. 28: cf. Josefo, 'Antiq.', b. 2:, cap. 10:, sec. 2; Burckhardt's 'Syria', p. 499). Aunque ahora no se sabe que exista ninguna especie de serpientes aladas, parece probable, a partir de las numerosas referencias de autores antiguos, que debe haber habido algunos reptiles de esta descripción, que ahora están extintos; o debemos suponer que lo que se llama serpientes voladoras son aquellas que se balancean de las ramas, y a las que los árabes modernos dan el nombre de 'serpientes voladoras' (Niebuhr's 'Description de l'Arabie; Bunsen's 'Egypt', vol 4:, pág. 204).

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