No niegues el bien a quien es debido, cuando está en tu mano hacerlo.

No niegues el bien a quien es debido, cuando está en tu mano hacerlo. Aquí Salomón pasa de recomendaciones generales de sabiduría a preceptos particulares de la misma. Vuelve a los ejemplos de "misericordia y verdad", que había recomendado en. "De aquellos a quienes se debe", literalmente, "de sus dueños" (cf.).

Sobre "en el poder de tu mano" cf.. El que está en necesidad tiene derecho de propiedad sobre nuestra propiedad por la ley del amor, que es la ley de Dios. Los bienes que podemos y debemos dar no son nuestros, sino propiedad de los pobres (cf. "No debáis a nadie nada, sino el amaros los unos a los otros").

La necesidad hace al pobre el dueño, y Dios te hace a ti el dispensador de los bienes que tienes, y que él necesita: así tales beneficios son llamados "justicia", es decir, una deuda u obligación justa ( "limosna;" griego, 'justicia'). (Junius.) El mismo principio se aplica en el caso del conocimiento espiritual que tú tienes y tu prójimo no tiene, y por lo tanto él tiene un derecho sobre ti para que lo suministres.

Ninguno está atado 'más allá de su poder'; sin embargo, cuando ha forzado su caridad hasta el borde de su capacidad e incluso más allá de ella. Dios lo alaba especialmente.

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