Y Booz dijo a los ancianos y a todo el pueblo: Vosotros sois testigos hoy de que he comprado todo lo que era de Elimelec, y todo lo que era de Quelión y de Mahlón, de la mano de Noemí.

Todo lo que era de Quelión y de Mahón, de la mano de Noemí. Aunque la viuda de Quelión aún vivía, no se le tuvo en cuenta a la hora de disponer de los bienes de su marido. Por su permanencia en Moab se consideraba que o bien se había casado de nuevo, o bien había renunciado a todo derecho de herencia con la familia de Elimelec.

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