Justo eres tú, oh SEÑOR, y rectos tus juicios.

Justo eres tú, oh Señor, y rectos son tus juicios. El "justo" es singular, "juicios" plural, es decir, tus juicios son cada uno justo. Cuando el pecador castigado justifica a Dios en sus tratos punitivos, está en el marco adecuado para recibir la liberación.

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