Salmo 125:3

Porque la vara de los impíos no reposará sobre la suerte de los justos; no sea que los justos extiendan sus manos a la iniquidad.

Porque la vara de los impíos no reposará sobre la suerte de los justos. "La vara", es decir, el cetro de la potencia mundial malvada (en este momento Persia) no permanecerá siempre sobre la Tierra Santa, que es "la suerte de los justos". El cetro del Mesías romperá al fin el cetro pagano.

Así que el poder pagano impío es llamado "el trono de la iniquidad". "Los justos" es el término para Israel considerado con respecto a su alto llamamiento como santo para el Señor. Estos que son israelitas sólo de nombre quedan fuera de la vista, por no ser realmente del Israel sin engaño.

No sea que los justos extiendan sus manos a la iniquidad, no sea que, si se permitiera que el dominio de los impíos oprimiera siempre a los justos, la fe y la paciencia de estos últimos fallaran. La tentación podría, si se prolonga demasiado, vencer a los santos (cf. la tentación de Asaf,). Por eso Dios, compadecido de la fragilidad humana, deja de contender. "Extender las manos" es una frase para ayudarse o aliviarse por medios presuntuosos e ilegales (cf.).