Con lo cual el segador no llena su mano; ni el que ata gavillas su seno.

De lo cual el segador no llena su mano, ni el que ata las gavillas su seno. El segador toma los tallos en su mano para cortarlos; el atador toma la gavilla en su seno para atarlo.

Ni los que pasan dicen: La bendición del Señor sea con vosotros, como era costumbre en el Israel temeroso de Dios que les decían los que pasaban junto a los segadores de la mies. 

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