Bendito sea el SEÑOR desde Sión, que mora en Jerusalén. Alabad al SEÑOR.

Bendito sea el Señor desde Sión, que mora en Jerusalén. Como en, 'El Señor bendijo a Israel desde Sión', así que aquí, por el contrario, mediante un feliz intercambio, 'el Señor es bendito desde Sión' por el pueblo. La alabanza procede del mismo lugar de donde sale la bendición.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad