Y serán como valientes, que en la batalla hollan a sus enemigos en el lodo de las calles; y pelearán, porque Jehová está con ellos, y los que montan a caballo serán avergonzados.

Y los que montan a caballo serán avergonzados , es decir, los jinetes del enemigo. Aunque la ley prohibía a los judíos multiplicar los caballos en la batalla, ellos mismos en sentido figurado son hechos caballo de guerra de Yahweh, y así pisotear a pie al enemigo, con toda su caballería. La caballería era la fuerza principal del ejército sirio-griego (1Ma 3:39).

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