Apocalipsis 13:1-18

1 Y vi que subía del mar una bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas. Sobre sus cuernos tenía diez diademas, y sobre sus cabezas había un nombre de blasfemia.

2 La bestia que vi era semejante a un leopardo; sus pies eran como de oso, y su boca como la boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono y grande autoridad.

3 Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal se había sanado. Y toda la tierra se maravilló en pos de la bestia,

4 y adoraron al dragón porque le había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia diciendo: “¿Quién es semejante a la bestia, y quién puede combatir contra ella?”.

5 Y a la bestia le fue dada una boca que hablara insolencias y blasfemias, y le fue dada autoridad para actuar por cuarenta y dos meses.

6 Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar contra su nombre y contra su tabernáculo, es decir, contra los que tienen morada en el cielo.

7 Y le fue permitido hacer guerra contra los santos y vencerlos. También le fue dado poder sobre toda raza y pueblo y lengua y nación.

8 Y le adorarán todos los habitantes sobre la tierra, cuyos nombres no están inscritos en el libro de la vida del Cordero, quien fue inmolado desde la fundación del mundo.

9 Si alguno tiene oído, oiga:

10 Si alguien lleva en cautividad, es llevado en cautividad; si alguien mata a espada, tiene que ser muerto a espada. ¡Aquí está la perseverancia y la fe de los santos!

11 Y vi otra bestia que subía de la tierra. Y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, y hablaba como un dragón.

12 Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y sus habitantes adoren a la primera bestia cuya herida mortal fue sanada.

13 Y hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres.

14 Y engaña a los habitantes de la tierra a causa de las señales que se le concedió hacer en presencia de la bestia, mandándoles a los habitantes de la tierra hacer una imagen en honor de la bestia que tiene la herida de espada y que revivió.

15 También le fue permitido dar aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia hablase e hiciera que fueran muertos todos los que no adoraran a la imagen de la bestia.

16 Y ella hace que a todos, a pequeños y a grandes, a ricos y a pobres, a libres y a esclavos, se les ponga una marca en la mano derecha o en la frente,

17 y que nadie pueda comprar ni vender, sino el que tenga la marca, es decir, el nombre de la bestia o el número de su nombre.

18 Aquí hay sabiduría: El que tiene entendimiento calcule el número de la bestia, porque es número de un hombre; y su número es seiscientos sesenta y seis.

CAPITULO 13

VISION DE LA BESTIA QUE SALIO DE LA MAR: LA SEGUNDA BESTIA. SALIDA DE LA TIERRA, EJERCE EL PODER DE LA PRIMERA, Y HACE QUE LA TIERRA LA ADORE.

1. me paré—Así B, Aleph y la Cópitca; pero A, C, la Vulgata y la Siríaca dicen: “Se paró.” De pie sobre la arena del mar, el dragón dió su poder a la bestia que subió del mar. sobre la arena del mar—Adonde los cuatro vientos habían de verse en lucha contra la gran mar (Daniel 7:2). bestiaGriego, “bestia salvaje,” fiera. El hombre se vuelve brutal cuando se aparta de Dios, el arquetipo y verdadero ideal, a cuya imagen fué hecho al principio, ideal que es alcanzado por el hombre Cristo Jesús. Por tanto, los imperios mundiales, que buscan su propia gloria y no la de Dios, son representados como bestias; y Nabucodonosor, cuando deificándose a sí mismo, se olvidó de que “el Altísimo reina en el reino de los hombres,” fué expulsado entre las bestias. En Daniel 7 hay cuatro besitas; aquí la una bestia expresa la totalidad del poder mundial antidivino, no restringido a una manifestación sola, como de Roma. Esta primera bestia expresa el poder mundial que ataca a la Iglesia desde fuera; la segunda, que es una renovación y ministro de la primera, es el poder mundial como falso profeta, que corrompe y destruye a la Iglesia desde dentro. del mar—(Daniel 7:3; con mi Nota,Daniel 8:8)—subió de las turbulentas ondas de pueblos, multitudes, naciones y lenguas. La tierra, por otra parte, significa (Daniel 13:11) el mundo consolidado y ordenado de las naciones, con su cultura y conocimiento. siete cabezas y diez cuernos—A, B, C, trasponen, “diez cuernos y siete cabezas.” Los diez cuernos aparecen primero (en contraste con el orden Daniel 12:3) porque están coronados. No estarán así antes de la última etapa del cuarto reino (el romano), el que continuará hasta que el quinto, el de Cristo, lo reemplace y lo destruya del todo; esta última etapa es indicada por los diez dedos de los dos pies de la imagen de Daniel 2. El siete indica que el poder mundial se levanta como Dios, caricaturando a los siete Espíritus de Dios; sin embargo su verdadero carácter como opuesto a Dios es revelado por el número diez que acompaña el siete. El dragón y la bestia llevan diademas, pero aquél en las cabezas y ésta sobre los cuernos (12:3; 13:1). Por tanto, las cabezas así como los cuernos se refieren a reinos; comp. el 17:7, 10, 12 “reyes” representando los reinos, cuyas cabezas son. Los siete reyes, poderosos en manera especial—es decir, las poderosas naciones del mundo—se distinguen de los diez, representados por los cuernos (llamados sencillamente “reyes”, 17:12). En Daniel, los diez significan la última fase del poder mundial, el cuarto reino dividido en diez partes. Están relacionados con la séptima cabeza (17:12), y son aún futuros. [Auberlen.] El error de los que interpretan a la bestia por Roma exclusivamente, y los diez cuernos por los reinos que han reemplazado a Roma en Europa ya, es, que el cuarto reino en la imagen tiene DOS piernas, que representan el imperio oriental tanto como el occidental; los diez dedos no están en un pie (el occidental), como estas interpretaciones requieren, sino en los dos juntos (oriental y occidental), de modo que cualquier teoría que aplique los diez reinos al occidente sólo debe ser errónea. Si los diez reinos significaran los que surgieron con el derrumbe de Roma, los diez serían perfectamente conocidos, mientras que existen veintiocho listas diferentes hechas por otros tantos intérpretes, sumando entre todos sesenta y cinco reinos (!) [Tyso en De Burgh.] Las siete cabezas son los siete imperios mundiales, Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia, Roma y el imperio Germánico; bajo este último, vivimos nosotros [Auberlen], el que se desarrolló por un tiempo, bajo Napoleón, después de que Francisco, emperador de Alemania y rey de Roma, hubo renunciado al título en 1806. Faber explica que la cura de la herida mortal es el resurgimiento de la dinastía napoleónica después de su derrota en Waterloo. Dicha dinastía secular, en alianza con el poder eclesiástico, el papado (13:11), siendo la “octava cabeza,” y con todo “de las siete” (17:11), triunfará temporariamente sobre los santos, hasta quedar destruído en Armagedón (cap. 19). Un Napoleón según esta teoría, sera el anticristo, que restaurará a los judíos a la Palestina, y será aceptado como el Mesías de ellos al principio, para oprimirlos ferozmente después. El anticristo, la recapitulación y la concentración de toda la maldad del mundo, es el octavo, pero con todo uno de las siete (17:11). nombre de blasfemia—Así C, la Cóptica, y Andreas; A, B, y la Vulgata dicen “nombres,” un nombre en cada una de las cabezas; la arrogación blasfema de los atributos que pertenecen solamente a Dios (Nota, 17:3). Característica del cuerno pequeño de Daniel 7:8, Daniel 7:20; 2 Tesalonicenses 2:4.

2. leopardo … oso … león—Esta bestia une en sí las características antidivinas de los tres reinos anteriores, que se asemejan respectivamente al leopardo, al oso y al león. Sube desde el mar, y tiene diez cuernos, como la cuarta bestia de Daniel, y siete cabezas, tantas como tenían entre todas las cuatro bestias de Daniel, es decir, una la primera, una la segunda, cuatro la tercera, y una la cuarta. De modo que representa comprensivamente en una sola figura el imperio, o poder, mundial (que en Daniel se representa en cuatro) de todos los tiempos y lugares, no meramente de un período y una localidad, visto como contrario a Dios; así como la mujer es simbólica de la Iglesia de todas las edades. Favorece también esta interpretación el hecho de que la bestia es el representante vicario de Satanás, quíen como ella tiene siete cabezas y diez cuernos: descripción general de su poder universal en todas las edades y lugares del mundo. Satanás aparece como serpiente, siendo arquetipo de la naturaleza bestial (2 Tesalonicenses 12:9). “Si las siete cabezas significaran meramente siete emperadores romanos, no se puede entender por qué ellos solos serían mencionados en la imagen original de Satanás, mientras que es perfectamente inteligible si suponemos que representan el poder de Satanás en la tierra contemplado colectivamente.” [Auberlen.]

3. herida … curada—Otras dos veces repetido enfáticamente (2 Tesalonicenses 13:12, 2 Tesalonicenses 13:14); con el 17:8, 11: “La bestia que era, y no es, y ha de subir del abismo” (13:11); el imperio germánico, la séptima cabeza (revivificada en la octava), futuro aún en el tiempo de Juan (17:10). Contrástese el cambio en que Nabucodonosor, humillado a causa de su orgullo egolátrico, fué convertido de su forma y carácter bestiales en forma HUMANA y a su posición verdadera para con Dios; simbolizado por el arranque de sus alas y por la orden de ponerse en pie cual hombre (Daniel 7:4). Aquí, de lo contrario, la cabeza de la besita no es cambiada en cabeza humana, sino que recibe una herida mortal, es decir, el imperio mundial que esta cabeza representa no vuelve de veras a Dios, pero por un tiempo su carácter de antidivino queda paralizado (“como si estuviese muerta;” las palabras mismas indicando la semejanza exterior de la bestia con el Cordero, “un Cordero como inmolado”. Notas,Daniel 5:6. Comp. también la semejanza de la segunda bestia con el Cordero,Daniel 13:11). Aunque parece muerta (griego, herida), sigue siendo la bestia, para levantarse de nuevo en otra forma (Daniel 13:11). Las primeras seis cabezas son los paganos Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia, Roma; el nuevo y séptimo imperio mundial (las paganas hordas germánicas que se desencadenaron sobre la Roma cristiana), por el cual Satanás había esperado ahogar al cristianismo (Daniel 11:15), a su vez se hizo cristiano (lo que corresponde a la, como si fuera, herida mortal de la bestia; que era, y no es (Daniel 17:11). Su ascenso del abismo corresponde a la cura de su herida mortal (Daniel 17:8). No se nota en Daniel ningún cambio esencial como el efectuado por el cristianismo sobre el cuarto reino; permaneció esencialmente contrario a Dios hasta el fin. La bestia curada de su temporaria herida externa, ahora retorna, no sólo del mar, sino del abismo, de donde arrastra nuevas fuerzas anticristianas infernales (Daniel 13:3, Daniel 13:11, Daniel 13:14; Daniel 11:7; Daniel 17:8). Comp. los siete espiritus inmundos que entran en aquella casa temporalmente desocupada, y cuyo último estado es peor que el primero (Mateo 12:43). Un paganismo nuevo y pésimo irrumpe sobre el mundo cristiano, más diabólico que el de las primeras cabezas de la bestia. Aquélla fué una apostasía solamente de la revelación general de Dios en la naturaleza y en la conciencia; pero ésta es de la revelación del Dios de amor en su Hijo. Culmina en el anticristo, el hombre de pecado, el hijo de la perdición (comp. 17:11); 2 Tesalonicenses 2:3; comp. 2 Timoteo 3:1, las mismas características del antiguo paganismo (Romanos 1:29). [Auberlen.] Me parece que se significa más de una herida: por ejemplo, aquella inferida pajo Constantino (cuando el culto pagano a la imagen del emperador, cedió su lugar al cristianismo), seguida por la cura, cuando el culto a las imágenes y otros errores papistas fueron introducidos en la Iglesia; otra vez, aquella de la reforma, que fué seguida por la letárgica forma de piedad sin el poder, que está por culminar en la última apostasía, que yo identifico con la segunda bestia (Romanos 13:11), el anticristo, el mismo séptimo poder mundial en otra forma. se maravilló—siguiéndola en admirada contemplación.

4. que había dado—A, B, C, y la Vulgata, la Siríaca, y Andreas dicen, “porque dió”. potestadGriego, “la autoridad,” la que tenía, la suya. ¿Quién es semejante a la bestia.. ?—El mismo lenguaje propio de Dios (Éxodo 15:11; del que los Macabeos tomaron, en el hebreo su nombre; los opositores del anticristo del Antiguo Testamento, Antíoco); Salmo 35:10; Salmo 71:19; Salmo 113:5; Miqueas 7:18; blasfemia (Miqueas 13:1, Miqueas 13:5) atribuída a la bestia. Es una parodia del nombre de “Miguel” (comp. el 12:7), que significa, “¿quién semejante a Dios?”

5. blasfemias—Así Andreas, pero B dice “blasfemia,” y A, “cosas blasfemas” (comp. Daniel 7:8; Daniel 11:25). potencia—“autoridad;” poder legítimo (Griego, exousía). de obrar—B dice: “de hacer guerra” (Daniel 13:4). cuarenta y dos meses—(Notas,Daniel 11:2; Daniel 12:6).

6. abrió su boca—la fórmula común de una oración formal, o de una serie de discursos. Los vv. 6 y 7 amplifican esta idea. blasfemias—Así A, C, B y Andreas dicen “blasfemia.” y a los—“que moran (lit., (víven en tiendas”) en el cielo”, no sólo los ángeles, y las almas de los santos finados, sino de los creyentes en la tierra, que tienen su ciudadanía en el cielo, cuya verdadera vida está escondida del perseguidor anticristiano en lo secreto del tabernáculo del Dios. Nota,Daniel 12:12; Juan 3:7.

7. potenciaGriego, “autoridad.” tribu y pueblo y lengua y gente—A, B, C, la Vulgata, la Siríaca, Andreas y Primasius dicen así; no omiten “gente.”

8. moran en (sobre) la tierra—siendo terrenos; en contraste con “los que moran en el cielo.” cuyos nombres no están escritos—A, B, C, la Siríaca, la Cóptica y Andreas dicen “cuyo nombre no está escrito.” Cordero … muerto desde el principio (fundación) del mundo—El orden griego favorece esta traducción. Fué muerto en los eternos consejos del Padre: comp. 1 Pedro 1:19, texto virtualmente paralelo. Otra traducción es: “… escritos desde el principio del mundo en el libro …” Aquélla es en el griego la más obvia y sencilla. “Toda virtud que hubiese en los sacrificios se efectuaba sólo por medio de la muerte de Cristo. Como él era el Cordero muerto desde la fundación del mundo, toda la propiciación jamás hecha, fué efectuada sólo por la sangre de él.” [Obispo Pearson, Credo.]

9. Exhortación general. Las propias palabras amonestadoras de Cristo reclaman solemne atención.

10. El que lleva—A, B, C, y la Vulgata dicen: “Si alguno es para cautividad …” Comp. Jeremias 15:2, aludido aquí. Aleph, B y C omiten “en cautividad” después de “va.” el que a cuchillo—Así B y C; pero A dice: “Si alguno es para ser muerto …” Desde antiguo, así ahora, los que deben ser perseguidos por la bestia, tienen ya sus respectivas pruebas determinadas por el fijo consejo de Dios. En nuestra versión el sentido es muy distinto: el de amonestación a los perseguidores de que alcanzarán el castigo de retribución en especie. Aquí—en soportar sus padecimientos determinados consiste “la paciencia (perseverancia) de los santos.” Este ha de ser el lema, o santo y seña, de los elegidos durante el período del imperio mundial. Como había de enfrentarse con la primera bestia con paciencia y fe (Jeremias 13:10), a la segunda debe combatírsele con verdadera sabiduría (Jeremias 13:18).

11. otra bestia—“el falso profeta.” de (desde) la tierra—de entre la sociedad civilizada, consolidada, y ordenada, pero no obstante su cultura toda, era terrenal en distinción de “la mar,” las agitaciones turbulentas de varios pueblos de los que emergieron el poder mundial y sus varios reinos. “El poder perseguidor sacerdotal, pagano y cristiano; el sacerdocio pagano que hace que los cristianos sean forzados a adorar la imagen del emperador y que hace maravillas y señales por medio de la magia y tiene supersticiones, que son como corderos en sus profesiones cristianas, y como dragones en sus palabras y hechos” [Alford y así el jesuíta español Lacuza que escribe bajo el nombre de Ben Ezra]. Como la primera bestia era semejante al Cordero, con herida mortal, como si fuese, así la segunda es semejante al Cordero teniendo dos cuernos corderinos (su diferencia esencial del Cordero está en que tiene DOS cuernos, mientras el Cordero tiene SIETE 5:6). El paganismo anterior del poder mundial, herido al parecer de muerte por el cristianismo, vuelve a vivir. En su segunda forma de bestia es el paganismo cristianizado, que sirve al anterior y que tiene la cultura y conocimientos terrenales que lo recomiendan. El surgimiento de la segunda bestia, o sea el falso profeta, coincide en tiempo con la cura de la herida mortal de la bestia y su resurrección (13:12-14). Su carácter múltiple fué señalado por el Señor en Mateo 24:11, Mateo 24:24, “… muchos falsos profetas se levantarán”, hablando él de los últimos días. Como la primera de las dos bestias corresponde a las primeras cuatro de Daniel, así esta segunda, o el falso profeta, el cuerno pequeño que brotó entre los diez cuernos de la cuarta bestia de Daniel. Este cuerno anticritsiano no sólo tiene la boca de blasfemia (Mateo 13:5), sino también “los ojos de hombre” (Daniel 7:8): aquélla, mas no éstos, tiene también la primera bestia. “Los ojos de hombre” simbolizan la astucia y la cultura intelectual, las mismas características del “falso profeta” (Daniel 13:13; Daniel 16:14). La primera bestia es física y política; la segunda es un poder espiritual, el poder del saber, de las ideas (término favorito de la escuela francesa de política), y del cultivo científico. Ambos son bestias, son de abajo y no de arriba; fieles aliados, la mundana sabiduría anticristiana al servicio del mundano poder anticristiano: el dragón es tanto león como serpiente: la fuerza y la astucia son su armadura. El dragón da su poder externo a la primera bestia (Daniel 13:2): su espíritu a la segunda, de modo que había como dragón (Daniel 13:11). La segunda, que sube de la tierra, se dice en 11:7 y 17:8 que asciende del abismo; su misma cultura y su sabiduría mundana sólo intensifican su carácter infernal, la pretensión de conocimiento superior y filosofía racienalista (como en la tentación primitiva, Génesis 3:5, Génesis 3:7, “sus OJOS, como aquí, fueron abiertos” disimulando la deificación de la naturaleza, del yo y del hombre. De ahí surgieron idealismo, materialismo, deísmo, panteísmo y ateísmo. El anticristo será la culminación. La pretensión del papado al doble poder, tanto al secular como al espiritual, es un ejemplo y tipo de la bestia doble, la que sale del mar, y la que sale de la tierra, o sea del abismo. El anticristo será, el clímax, la forma final. Primasius de Andrumetum, del siglo seis, dice, “Pretende ser un cordero para poder atacar al Cordero, el cuerpo de Cristo.”

12. poderGriego, “autoridad.” en presencia de ella—sirviéndola, y apoyándola. “La no existencia de la bestia abarca todo el período germánico cristiano. La cura de la herida, y el retorno de la bestia, se representa (en cuanto a su manifestación anticristiana final, aunque incluye también, mientras tanto, su cura y su retorno bajo el papado, el paganismo bautizado) en aquel principio que, desde 1789, se viene manifestando en irrupciones bestiales.” [Auberlen.] moradores—Los mundanos. La Iglesia se vuleve ramera: el poder político mundial, la bestia anticristiana; la sabiduría y la civilización del mundo, el falso profeta. Los tres oficios de Cristo son así pervertidos: la primera bestia es el reinado falso; la ramera, el sacerdocio falso; la segunda bestia, el falso profeta. La bestia es el poder corporal, el falso profeta el intelectual, la ramera el espiritual del anticristianismo. [Auberlen.] La Iglesia del Antiguo Testamento estaba bajo el poder de la bestia, el imperio mundial pagano; la de la edad medioeval bajo el poder de la ramera; en tiempos modernos el falso profeta predomina. Pero en los últimos tiempos todos estos poderes antidivinos que se han sucedido unos a otros, cooperarán, y unos y otros alcanzarán el poder más terrible e intenso de su naturaleza: el falso profeta hará que los hombres adoren a la bestia, y la bestia lleva a la ramera. Estas tres formas de apostasía son reducibles a dos, la Iglesia apóstata y el mundo apóstata, el seudocristianismo y el anticristianismo, la ramera y la bestia; pues el falso profeta es también una bestia; y las dos bestias, como diferentes manifestaciones del mismo principle bestial, quedan distintamente de la ramera, y al fin son juzgados juntos, mientras que sobre la ramera cae un juicio separado. [Auberlen.] llaga de muerteGriego, “herida de muerte,” o mortal.

13. descender fuego—Este es el mismo milagro que obraron los dos testigos, y que tiempo hacía obró Elías; esto lo imita la bestia del abismo, o sea, el falso profeta. No meramente embustes, sino milagros de género demoníaco, y con la ayuda de demonios, como aquellos de los magos egipcios, serán obrados, los más capaces para engañar: hecho según la operación (energía) de Satanás.

14. engaña a los moradores de la tierra—a los de mente carnal, mas no a los elegidos. Ni basta un milagro para merecer la fe en una revelación profesada, a menos que dicha revelación esté en armonía con la voluntad de Dios ya revelada. por las señalesGriego, “a causa (en consecuencia) de las señales …” la bestia que—la primera bestia (Génesis 13:3). “la que tiene …” según A, C, y la Vulgata; B y Andreas dicen “tenía.” A, B, C, dicen: “tiene”, personificando la bestia simbólica. el anticristo.

15. espíritu a la imagen—Nabucodonosor levantó en Dura una imagen de oro que adorasen, probablemente de sí mismo; porque su sueño había sido interpretado: “Tú eres esta cabeza de oro”; los tres hebreos que se negaron a adorar a la imagen fueron arrojados al horno encendido. Todo esto tipifica la última apostasía. Plinio, en su carta a Trajano, declara que consignó al castigo a aquellos cristianos que no quisieron adorar la imagen del emperador con incienso y vino. Así Julián, el apóstata, puso su propia imagen con los ídolos de los dioses paganos en el Foro, de modo que los cristianos al hacerle reverencia parecieran rendir culto a los ídolos. Así la imagen de Carlomagno fué levantada para el homenaje; y el papa adoró al nuevo emperador (Dupin, vol. 6. p. 126). Napoleón, sucesor de Carlomagno, se propuso, después de rebajar al papa removiéndolo a Fontainbleau, hacer luego “de él un ídolo” (Memorial de Sainte Helene); guardando cerca de sí al papa, hubiera, con la influencia de él, dirigido tanto el mundo religioso como el político. La dinastía napoleónica revivida puede ser que, en alguna persona representativa, realice el proyecto, llegando a ser la bestia auxiliada por el falso profeta (tal vez algún suplantador abiertamente ateo del papado, bajo un antifaz espiritual, después que la ramera, o iglesia apóstata, que es distinta de la segunda bestia, haya sido desnudada y juzgada por la bestia,Génesis 17:16); puede ser que entonces haga levantar una imagen en su honor como prueba de fidelidad secular y espiritual. hable—“La falsa doctrina dará alguna apariencia espiritual, filosófica a la apoteosis insensata de la criatura personificada por el anticristo.” [Auberlen.] Jerónimo, sobre Daniel 7, dice que el anticristo “será uno de la raza humana en el cual el todo de Satanás morará corporalmente.” Las imágenes parlantes de Roma y los cuadros guiñadores de la virgen María no son sino arras de los futuros milagros demoníacos del falso profeta, al hacer hablar la imagen de la bestia (el anticristo).

16. una marca—como la que los amos estampaban en sus esclavos, y los monarcas en sus súbditos. Los soldados voluntariamente tatuaban en los brazos las marcas del general que los mandaba. Los devotos de ídolos se marcaban con la cifra o símbolo del ídolo. Así Antíoco Epífanes imprimió a los judíos la figura de la hoja de hiedra, símbolo de Baco (2Ma 6:7; 2Ma 6:3 Macabeos 2:29). Contrástese el sello y nombre de Dios en las frentes de sus siervos, 7:3; 14:1; 22:4 Gálatas 6:17 : “Llevo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús,” es decir, soy su soldado y su esclavo. La marca en la mano derecha y en la frente expresa la postración de los poderes físicos e intelectuales a la dominación de la bestia. “En la frente por vía de profesión; en la mano con respecto a obra y servicio.” [Agustín.]

17. Y—Así A, B, y Vulgata; pero C, Ireneo Cóptica y Siríaca omiten la conjunción. señal o el nombre—“la marca de la bestia” puede ser, como en la selladura de los santos en la frente, no una marca visible, sino una simbólica de fidelidad. Así la señal de la cruz del papismo. El interdicto del papa a menudo ha excluído a los excomulgados de las relaciones sociales y comerciales. Bajo el final anticristo esto se hará en su forma más violenta. número de su nombre—indica que el nombre tiene algún sentido numérico.

18. sabiduría—La armadura contra la segunda bestia, como la paciencia y la fe contra la primera. La sabiduría espiritual se necesita para resolver el misterio de la iniquidad, para que uno no sea engañado por él. cuente … porque—El “porque” indica la posibilidad de calcular o contar el número de la bestia. número de hombre—es decir, se cuenta como generalmente cuentan los hombres. El número es número de hombre, no de Dios; se ensalzará sobre el poder de la divinidad, como el HOMBRE de pecado. [Aquinas.] Aunque es una imitación del nombre divino, no es sino humano. seiscientos sesenta y seis—A y la Vulgata escriben los números completos en el griego, pero B pone solamente las tres letras, signos numéricos (Ch, X, St.) C dice 616, pero Ireneo lo refuta y defiende el 666. Ireneo discípulo de Policarpo, discípulo de Juan, explica que este número es el valor de las letras griegas en la palabra Lateinos (Latino). L significa 30; A, 1; T, 100; E, 5; I, 10; N, 50; O, 70; S, 200; total, 666. El latín es peculiarmente el lenguaje de la Iglesia de Roma en todos sus actos oficiales; la unidad forzada de idioma en el ritual siendo la falsificación de la verdadera unidad, que se ha de realizar sólo en la venida de Cristo, cuando toda la tierra hablará “una lengua” (Sofonías 3:9). El último anticristo puede ser que tenga una relación íntima con Roma, y así el nombre Lateinos (666) sea aplicado a él. Las letras hebraicas de Balaam suman 666 [Bunsen]; tipo de profeta falso, cuya característica, como la de Balaam, será un alto conocimiento espiritual pervertido hacia fines satánicos. El número seis es número mundano; en 666 ocurre en unidades, decenas, y centenas. El que le sigue es siete el número sagrado, pero está separado de él por un abismo infranqueable. Es el número del mundo que está entregado a juicio; por tanto hay una pausa entre los sellos sexto y séptimo, y entre las trompetas sexta y séptima. Los juicios sobre el mundo se completan en seis; por el cumplimiento de siete, los reinos del mundo llegan a ser de Cristo. Como doce es el número de la Iglesia, así seis, la mitad, simboliza el imperio mundial, poder del mundo, quebrantado. El ascenso de seis a decenas y centenas indica que la bestia, no obstante su progresión a cifras superiores, no puede engrandecerse más allá de la madurez para el juicio. Así el 666, el poder del mundo juzgado, está en contraste con los 144.000 sellados y transfigurados (el número de la Iglesia cuadrado y multiplicado por mil, el número que simboliza el mundo dirigido por Dios: diez, el número del mundo levantado a su tercera potencia, el número de Dios. [Auberlen.] La marca y el nombre son uno y el mismo. Las primeras dos consonantes son las mismas de Cristo (Christos, en el griego) y de marca (Charagma), y formaron el monograma imperial de la Roma cristiana. El anticristo, que se finge Cristo, adopta un símbolo similar, pero no concordante con el monograma de Cristo (Ch, X, St.); mientras que las consonantes de “Cristo” son Ch, R, St. La Roma Papal en modo similar ha sustituído el estandarte de las llaves por el de la cruz. Así en la acuñación papal (la imagen de poder, Mateo 22:20). Las primeras dos letras de “Cristo,” Ch, R, representan 700 el número perfecto. Las Ch, X St., representan un número imperfecto, una triple apostasía de la perfección septenaria. [Wordsworth.]

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