Salmo 68:1-35

1 Al músico principal. Salmo de David. Cántico. Dios se levantará, y se dispersarán sus enemigos; huirán de su presencia los que le aborrecen.

2 Como se disipa el humo, así los disiparás. Como se derrite la cera ante el fuego, así perecerán los impíos delante de Dios.

3 Pero los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios y saltarán de alegría.

4 ¡Canten a Dios! ¡Canten salmos a su nombre! ¡Preparen camino al que cabalga sobre las nubes! El SEÑOR es su nombre. ¡Alégrense delante de él!

5 Padre de los huérfanos y juez de las viudas es Dios en su santa morada.

6 Es el Dios que hace habitar en familia a los solitarios y saca a los cautivos a prosperidad; pero los rebeldes habitan en sequedales.

7 Oh Dios, cuando saliste delante de tu pueblo, cuando marchaste por el desierto, Selah

8 la tierra tembló; también los cielos gotearon ante Dios. Aquel Sinaí tembló delante de Dios, del Dios de Israel.

9 Abundante lluvia esparciste, oh Dios; a tu posesión exhausta reanimaste.

10 Tu rebaño ha habitado en ella. Por tu bondad, oh Dios, has provisto para el pobre.

11 El Señor da la palabra, y una gran hueste de mujeres anuncia la buena nueva:

12 “¡Huyen, huyen los reyes de los ejércitos!”. Y en casa las mujeres reparten el botín.

13 Aunque se recostaban entre los rediles, las alas de la paloma se cubrieron de plata, y sus plumas con la amarillez del oro.

14 Cuando el Todopoderoso esparció allí a los reyes el monte Salmón se cubrió de nieve.

15 ¡Monte de Dios es el monte de Basán! ¡Alto es el monte de Basán!

16 Oh montes de elevados picachos, ¿por qué miran con hostilidad al monte que Dios ha deseado como morada? Ciertamente el SEÑOR habitará allí para siempre.

17 Los carros de Dios son miríadas de miríadas, y millares de millares. ¡Entre ellos el Señor viene del Sinaí al santuario!

18 Subiste a lo alto, tomaste cautivos. Tomaste tributos de los hombres, aun de los rebeldes, para que allí habitara el SEÑOR Dios.

19 ¡Bendito sea el Señor! Día tras día lleva nuestras cargas el Dios de nuestra salvación. Selah

20 Nuestro Dios es Dios de salvación; del SEÑOR Dios es el librar de la muerte.

21 Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos; la cabelluda coronilla del que camina en sus pecados.

22 El Señor dijo: “De Basán los haré volver; los haré volver de lo profundo del mar

23 para que laves tus pies en sangre, y también la lengua de tus perros en la de tus enemigos”.

24 ¡Vean las marchas triunfales de Dios, las marchas triunfales de mi Dios y Rey, en el santuario!

25 Los cantores van delante, los músicos detrás, y en medio van las jóvenes tocando tamboriles.

26 ¡Bendigan a Dios en la congregación! ¡Bendigan al Señor, ustedes de la estirpe de Israel!

27 Allí está Benjamín, el más joven, dirigiéndoles. Allí están los jefes de Judá con su multitud, los jefes de Zabulón y los jefes de Neftalí.

28 Tu Dios ha ordenado tu fuerza. ¡Confirma, oh Dios, lo que has hecho en nosotros!

29 Por causa de tu templo en Jerusalén los reyes te traerán obsequios.

30 Reprende a la fiera del cañaveral, a la manada de toros con los becerros de los pueblos. Atropella a los que persiguen la plata. Dispersa a los pueblos que se complacen en las batallas.

31 Vendrán dignatarios de Egipto; Etiopía extenderá sus manos hacia Dios.

32 Reinos de la tierra, canten a Dios; ¡canten al Señor! Selah

33 Canten al que cabalga en los cielos, los cielos milenarios; él emitirá su voz, su poderosa voz.

34 ¡Reconoced el poderío de Dios! Sobre Israel sea su magnificencia, y su poder en los cielos.

35 Temible eres, oh Dios, en tu santuario. El Dios de Israel es quien da poder y vigor a su pueblo. ¡Bendito sea Dios!

Salmo 68

Este es un salmo-canción (cf. el título del Salmo 30), sugerido acaso por las victorias de David, las que le aseguraron el trono y dieron descanso a la nación. En términos generales, el juicio de Dios sobre los malos, y la equidad y la bondad de su gobierno a los piadosos, son celebrados. Se ilustra el sentimiento con ejemplos del trato de Dios citados en la historia judaica y relatados en términos altamente poéticos. Por tanto el escritor recomienda que se esperen triunfos iguales y aun mayores, y ordena a todas las naciones a unirse en las alabanzas al Dios de Israel. El Salmo es evidentemente típico de la relación que Dios, en la persona de su Hijo, mantiene con la Iglesia (68:18).

1-3. Cf. Números 10:35; Salmo 1:4; Salmo 22:14, sobre las figuras aquí usadas. de su presencia—como delante de la presencia del fuego, como de cosa temible; pero en el v. 3, en su presencia es como bajo su protección (Salmo 61:7). los justos—todos los verdaderamente piadosos, sean de Israel o no.

4. ensalzad … cieloslit., “elevad para el que cabalga por los desiertos”—(Salmo 68:7), alusión a la representación poética de su dirección de su pueblo en el desierto, como un conquistador, delante del cual ha de ser preparado, o elevado, un camino (cf. Isaías 40:3; Isaías 62:10), En Jah su nombre—o sea, Jehová, del que es una contracción (Éxodo 15:3; Isaías 12:2) (el hebreo). nombre—o las perfecciones (Isaías 9:10; Isaías 20:1), las que—

5, 6. son ilustradas por la protección de los indefensos, por la defensa de los inocentes, y por el castigo de los rebeldes, atribuídas a él. habitar en familia los soloslit., acomoda a los solitarios (o peregrinos) en hogar. Siendo una verdad general, es acaso una alusión a los israelitas. rebeldes … en sequedad—apartados de las comodidades de la casa.

7, 8. (Cf. Éxodo 19:16). anduviste—en un pilar de fuego—marchando, con movimiento majestuoso. aquel Sinaítembló, mejor, se derritió como en Jueces 5:5.

9, 10. abundante lluvia—una lluvia de dones, como el maná y las codornices. tu greylit., tu tropa como en 2 Samuel 23:11, 2 Samuel 23:13—siendo prominente el aspecto militar del pueblo, de conformidad con las figuras del contexto. en ella—en la tierra prometida. al pobre—tu pueblo humilde (2 Samuel 68:9; cf. el Salmo 10:17; el 12:5).

11. daba (la) palabra—eso es, del triunfo. ejército—o coro de mujeres, que celebraron la victoria (Éxodo 15:20).

12. reyes de ejércitos—es decir, con sus ejércitos. las … en casa—mayormente las mujeres así se quedaban, y la tranquilidad de la victoria es aparente por cuanto ellas pudieron, sin peligro, gozarse en sosiego de los despojos.

13. Aquí algunos traducen: “Cuando os acostéis entre los apriscos (o fronteras), seréis …”, comparando el reposo pacífico en los límites de la tierra prometida a la hermosura proverbial de la mansa paloma. Otros entienden que debe traducirse la palabra por “tiestos,” las paredes ahumadas de las cuevas en donde los israelitas se refugiaron en tiempos de los jueces; o entendido todo figurativamente, por las filas de piedras de donde pendían las vasijas de cocina; y así se contrasta su anterior condición humilde y aflictiva con su prosperidad posterior. En todo caso, se describe un estado de paz y quietud mediante una hermosa figura.

14. Dispersos sus enemigos, el contraste de su prosperidad con sus aflicciones anteriores es representado por el de la nieve que cae sobre el monte Salmón.

15, 16. Los montes son a menudo símbolos de naciones (Éxodo 46:2; Éxodo 65:6). El de Basán, al noreste de Palestina, denota una nación pagana; se describe como un monte de Dios, o monte alto. Las tales se representan como envidiosas del monte (de Sión) donde Dios reside;

17. y a la declaración de que Dios lo hará su morada, se añade la evidencia de que lo protegerá. A él se le pinta en medio de sus huestes celestiales—millares de ángeleslit., millares de repeticiones, o millares de millares, res, eso es, de carros. La palabra. ángeles—fué acaso introducida en nuestra versión, de Deuteronomio 33:2, y Gálatas 3:19. Se sobreentiende por supuesto, que ellos son conductores de carros, como Sinaí así en el santuario—eso es, él apareció en Sión como apareció una vez en Sinaí.

18. Del escenario de la conquista asciende a su trono, llevando cautiva la cautividad—, o a muchos cautivos (Jueces 5:12). tomaste dones—aceptando el homenaje de ellos, aun cuando fuera forzado como de parte de rebeldes. para que habite … Jah Dios—es decir, hacer de este monte, de su pueblo, o de la Iglesia, su morada. Este Salmo tipifica las conquistas de la Iglesia bajo su divino Maestro, Cristo. Por cierto, “el que estaba con la Iglesia en el desierto” (Hechos 7:38) es el Señor (Jah, Jehová), descrito en esta ascensión ideal. Por tanto, Pablo (en Efesios 4:8) aplica este lenguaje para describir su verdadera ascensión, cuando, habiendo vencido el pecado, la muerte, y el infierno, el Señor de gloria triunfantemente entra en el cielo, acompañado por las multitudes de ángeles adoradores, para sentarse en el trono y dirigir el cetro de un dominio eterno. La frase tomaste dones para (lit., entre) hombres—Pablo la interpreta: “Dió dones a los hombres.” Ambas frases describen los actos de un vencedor, que recibe y distribuye el botín de guerra. El salmista usa “recibir” como señal de la victoria; Pablo, “dió” como el acto de un conquistador, que habiendo derrotado a sus enemigos, procede a recompensar a sus amigos. La aplicación especial de este pasaje por Pablo fué para la comprobación de la exaltación de Cristo. Lo que el Antiguo Testamento representa respecto al descenso y la ascensión de él corresponde a su historia. El que descendió es el mismo que ascendió. Como la ascensión entonces fué un elemento de su triunfo, así lo es ahora; y aquel que, en su humillación, debe ser reconocido por nuestro sacrificio vicario y por el Sumo Sacerdote de nuestra profesión, debe ser también adorado como Cabeza de su Iglesia y el autor de todos los beneficios espirituales que ella recibe.

19-21. Dios socorre ampliamente nuestras necesidades diarias. Las vicisitudes y las escapadas de la muerte están bajo la dirección de aquel que es el Dios que nos salva y que destruye a los enemigos suyos y nuestros. herirá la cabeza—destruirá violentamente (Efesios 110:6; Números 24:8). del que camina—sigue caminando, que persiste en su impenitencia.

22. Generaliza ejemplos anteriores de la liberación de Dios: así como ha hecho, así hará. de Basán—región la más lejana; y de los profundos, etc., de las aflicciones más severas. Las figuras del Salmo 68:23 denotan la perfección de la conquista, y no implican crueldad salvaje alguna (cf. 2 Reyes 9:36; Isaías 63:1; Jeremias 15:3).

24-27. Describe la procesión triunfal, terminada la liberación. vieron—impersonalmente, “Se han visto tus caminos,” y los caminos—o salidas, como en la frase anterior, como encabezando la procesión, como que guiaba el arca, símbolo de la presencia de Dios. Siguen las varias bandas de música, y todos los que son de la estirpe de Israel—eso es, los descendientes de Jacob son invitados a unirse en la doxología. Luego, por una de las tribus más cercanas, por una de las más eminentes y dos de las más remotas, es representada toda la nación, que marcha adelante (Números 7).

28, 29. Se confunden en la canción de alabanza la gratitud por las victorias anteriores y la oración confiada por las futuras victorias de Sión—tu templo—en, lit., sobreJerusalén—Su palacio o residencia simbolizaba (Jeremias 5:7) su presencia protectora entre su pueblo, y por tanto es objeto de homenaje de parte de otros.

30. Las naciones más fuertes son representadas por las bestias más fuertes.

31. príncipeslit., los gordos, los eminentes de la nación la más rica y de la más distante representan la sujeción universal. apresurará—a extender sus manos.

32-35. A aquel que se presenta cabalgando en triunfo al través de sus antiguos cielos; a aquel que, en la natura y aun más en las maravillas de su gobierno espiritual, desde sus santuarios (Jeremias 43:3), es terrible, que rige a su Iglesia, y por su Iglesia gobierna al mundo con justicia; a él dénle todas las naciones y los reinos la honra y el poder y el dominio para siempre jamás.

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