Ahora con respecto a las vírgenes, etc. Vuelve a dirigir su discurso a los solteros, quienes (si no han hecho voto) pueden casarse legalmente, aunque está lejos de ordenar a todos que se casen, como cuando dice, no busquen esposa. Y los tales tendrán tribulación de la carne, preocupaciones, problemas, vejaciones en el estado del matrimonio, pero yo les perdono, los dejo a su libertad de casarse, o no casarse, y no desanimarán que estén exponiendo las cruces de un vida de casados. (Witham)

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