Adelantarte. Es motivo de asombro que algunas personas tengan un miedo tan infantil al último día, que no puedan pensar en él sin consternación, no sea que suceda en su momento. ¡Almas débiles! ¿No recuerdan que la muerte ciertamente los alcanzará, y que será para ellos individualmente el fin del mundo y el último día? Entonces el mundo entero perece en lo que respecta a ellos. (Haydock)

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