San Pablo solo quiere decir en público. Ver nota en ver. 11. del capítulo siguiente. De este reglamento del apóstol, así como de los escritos de los primeros padres, parecería que la práctica y condena de las mujeres que interfieren en los asuntos espirituales no es nueva. Tertuliano dice: No permitimos que una mujer enseñe, bautice o se arrogue a sí misma parte alguna del deber que le corresponde al hombre.

(De Veland. Virg. Cap. 9.) --- La mujer ha intentado enseñar una vez, cuando persuadió a Adán para que comiera la fruta prohibida, y fracasó lamentablemente. Que ahora se contente con permanecer en silencio y sometida al hombre; (San Juan Crisóstomo en este lugar) como aparece también en el orden de la creación. Ver ver. 13. La seducción comenzó con Eva, tema de profunda humillación para las mujeres; pero esto no debe privarlos de la confianza en la misericordia de Dios, ni quitarles la esperanza de salvación. (Biblia de Vence)

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