Nosotros, los cristianos, tenemos en la actualidad un altar [3] y, en consecuencia, un sacrificio, del cual no tienen poder para comer, los que sirven al tabernáculo, confiando en la ley y en Moisés, no en Cristo y el evangelio. No dice, teníamos un altar. (Witham) --- San Pablo ha mencionado a menudo al sumo sacerdote y la víctima; aquí nos dice nosotrostener un altar, y por supuesto un sacrificio. Salgamos, pues, de nosotros mismos para ofrecer a Dios por, con y en Jesucristo, este su Hijo amado, en la santa Eucaristía, que es víctima de alabanza digna de Dios, y no olvidemos ofrecernos a nosotros mismos. nuestro Padre eterno todos los días, en unión con nuestro gran sumo sacerdote y víctima, Jesucristo; Primero, en la cruz; Segundo, en la Eucaristía; y en tercer lugar, en el cielo, el Cordero inmaculado inmolado como desde el principio ante el trono de Dios.

[BIBLIOGRAFÍA]

Habemus altare, griego: soiasterion, sacrificatorium: griego: soiasterion no se usa para la oblación en sí.

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