Hebreos 13:1-25

1 Permanezca el amor fraternal.

2 No se olviden de la hospitalidad porque por esta algunos hospedaron ángeles sin saberlo.

3 Acuérdense de los presos como si ustedes estuvieran en cadenas junto con ellos; y de los afligidos, puesto que también ustedes están en el cuerpo.

4 Honroso es para todos el matrimonio, y pura la relación conyugal; porque Dios juzgará a los fornicarios y a los adúlteros.

5 Sean sus costumbres sin amor al dinero, contentos con lo que tienen ahora porque él mismo ha dicho: Nunca te abandonaré ni jamás te desampararé.

6 De manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi socorro, y no temeré. ¿Qué me podrá hacer el hombre?.

7 Acuérdense de sus dirigentes que les hablaron la palabra de Dios. Considerando el éxito de su manera de vivir, imiten su fe.

8 ¡Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos!

9 No sean desviados por diversas y extrañas doctrinas; porque bueno es que el corazón haya sido afirmado en la gracia; no en comidas que nunca aprovecharon a los que se dedican a ellas.

10 Tenemos un altar del cual los que sirven en el tabernáculo no tienen derecho a comer.

11 Porque los cuerpos de aquellos animales, cuya sangre es introducida por el sumo sacerdote en el lugar santísimo como sacrificio por el pecado, son quemados fuera del campamento.

12 Por lo tanto, también Jesús padeció fuera de la puerta de la ciudad para santificar al pueblo por medio de su propia sangre.

13 Salgamos pues a él, fuera del campamento, llevando su afrenta.

14 Porque aquí no tenemos una ciudad permanente sino que buscamos la que ha de venir.

15 Así que, por medio de él, ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza; es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.

16 No se olviden de hacer el bien y de compartir lo que tienen porque tales sacrificios agradan a Dios.

17 Obedezcan a sus dirigentes y sométanse a ellos porque ellos velan por la vida de ustedes como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría y sin quejarse pues esto no les sería provechoso.

18 Oren por nosotros, pues confiamos que tenemos buena conciencia y deseamos conducirnos bien en todo.

19 Con mayor insistencia imploro que lo hagan para que yo les sea restituido pronto.

20 Y el Dios de paz, que por la sangre del pacto eterno levantó de entre los muertos a nuestro Señor Jesús, el gran Pastor de las ovejas,

21 los haga aptos en todo lo bueno para hacer su voluntad, haciendo él en nosotros lo que es agradable delante de él por medio de Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

22 Les ruego, hermanos, que reciban bien esta palabra de exhortación porque les he escrito brevemente.

23 Sepan que nuestro hermano Timoteo ha sido puesto en libertad. Si él viene pronto, yo iré a verlos con él.

24 Saluden a todos sus dirigentes y a todos los santos. Les saludan los de Italia.

25 La gracia sea con todos ustedes.

EXHORTACION A LAS VARIAS GRACIAS, ESPECIALMENTE A LA CONSTANCIA DE FE, SIGUIENDO A JESUS EN MEDIO DE VITUPERIOS. CONCLUSION CON NOTICIAS Y SALUTACIONES.

1. el amor fraternal—una manifestación distinta y especial de la “caridad” o “el amor” (2 Pedro 1:7). La Iglesia de Jerusalén, a la que en parte se dirigía esta Epístola, se distinguía por esta gracia, como sabemos por Los Hechos (cap. 6:10; 10:32-34; 12:12, 13). Permanezca—La caridad misma continuará; mirad que continúe con vosotros.

2. Dos manifestaciones del “amor fraternal”: la hospitalidad, y el cuidado de los presos. No olvidéis—Que denota que era un deber que todos reconocían, pero que podían olvidarse de practicar (vv. 3, 7, 16). Los enemigos del cristianismo mismos se han dado cuenta de la práctica de esta virtud entre los cristianos. [Julián, Epístola 49]. hospedaron ángeles—Abrahán y Lot lo hicieron (Génesis 18:2; Génesis 19:1). Para evitar la natural desconfianza de los extraños, dice Pablo, un huésped desconocido puede ser mejor de lo que parece; puede ser que inesperadamente resulte ser mensajero de Dios para bien tanto como los ángeles (vocablo que significa mensajero); y aun más: si es cristiano, representa a Cristo mismo. Hay un juego en el mismo vocablo griego: no olvidéis y sin saberlo: no dejéis de daros cuenta del deber de la hospitalidad, porque algunos, hospedando a ángeles no se dieron cuenta de que eran ángeles. No inconscientes ni olvidados del deber, inconscientemente se han granjeado la bendición.

3. Acordaos—en oraciones y en actos de benignidad. presos juntamente—por virtud de la unidad de los miembros del cuerpo de Cristo, la Cabeza (1 Corintios 12:26). afligidosGriego, “los maltratados”. vosotros mismos sois del cuerpo—así propensos a las adversidades incidentes al cuerpo natural, lo que debería disponeros tanto más a compadeceros de ellos, pues no sabéis cuán pronto os tocará sufrir. “Uno experimenta la adversidad por casi toda la vida, como Jacob; otro en la juventud, como José; otro siendo adulto, como Job; otro en la vejez” [Bengel].

4. Honroso es—el verbo en griego es tácito, es o sea. Tradúzcase: “Sea (tenido por) honroso el matrimonio en todos”; así como en el v. 5 es también una exhortación. en todos—“en el caso de todos los hombres”; “entre todos”. “Para evitar la fornicación. CADA HOMBRE tenga su propia mujer” (1 Corintios 7:2). El judaísmo y el gnosticismo juntos habían pronto de arrojar descrédito sobre el matrimonio. El venerable Pafnuncio, en el concilio de Niza citó este texto en justificación del estado de matrimonio. Si uno mismo no se casa, no debe impedir que otros lo hagan. Otros, especialmente los romanistas, traducen: “en todas las cosas”, como en el v. 18. Pero como la amonestación es contra la lascivia, en contraste con “fornicarios y adúlteros” en la frase paralela, se requiere que el “en todos” se refiera a personas. el lecho sin mancilla—“Y sea sin mancilla el lecho”. juzgará Dios—Los más de los fornicarios evitan el conocimiento de los tribunales humanos; pero Dios toma cuenta cabal de aquellos que escapan del castigo de los hombres. Las blandas inmoralidades aparecerán entonces en una luz muy diferente de la de ahora.

5. las costumbres vuestras—“vuestro modo de vida”. El amor de la lujuria y el amor del lucro sucio se siguen como muy afines; las dos cosas alejan el corazón del Creador hacia la criatura. lo presente—“las cosas que hay” (Filipenses 4:11). ni te dejaré —Una promesa igual a ésta fué dada a Jacob (Génesis 28:15), a Israel (Deuteronomio 31:6, Deuteronomio 31:8), a Josué (Josué 1:5), a Salomón (1 Crónicas 28:20). Es pues como un adagio divino. Lo que se les dijo a ellos, se nos aplica a nosotros también. Nunca retirará su presencia (“nunca te dejaré”) ni su socorro (“ni te desampararé”) [Bengel].

6. digamos—Mejor dicho, como el griego, en expresión de confianza efectiva: “De modo que decimos confiadamente” (Salmo 56:4, Salmo 56:11; Salmo 118:6). Puntúese como requiere tanto el hebreo como el griego: “El Señor es mi ayudador; (por tanto) no temeré: ¿qué pues me hará el hombre?”

7. Acordaos—para imitarlos, no para invocarlos, como Roma enseña. vuestros pastores—mejor: “los que os dirigieron,” vuestros guías espirituales. que—mejor: “los cuales”. os hablaron—durante su vida (el aoristo). Esta Epístola era de las posteriores, escrita cuando muchos de los adalides de Jerusalén habían muerto. la fe de los cuales—fe hasta la muerte: probablemente el martirio, como los casos de heroica fe del cap 11:35. Esteban, Jacobo, hermano del Señor y obispo de Jerusalén, así como Jacobo hermano de Juan (Hechos 12:2), de la iglesia palestina, a la que Pablo escribe, sufrieron el martirio. considerandoGriego, “contemplando”, repasando todo de nuevo diligentemente. el éxito—la partida, la terminación, con la muerte. El vocablo griego expresa la muerte (Lucas 9:31; 2 Pedro 1:15). de su conducta—“modo de vida”; su “caminar religioso” (Gálatas 1:13; Efesios 4:22; 1 Timoteo 4:12; Santiago 3:13). Considerando cómo ellos manifestaron la firmeza de su santo caminar, que ellos mantuvieron hasta el fin de la jornada (la muerte de mártires).

8. Esta frase no está, como algunos la leen, en oposición con “el éxito (fin) de su conducta”, sino que forma la transición. “Jesucristo, ayer y hoy (es) el mismo (será el mismo) hasta los siglos” (es decir, hasta todos los siglos). El Jesús Cristo (dando su nombre completo, para señalar con afectuosa solemnidad tanto su persona como su oficio), quien sostuvo a vuestros guías espirituales durante la vida y aun hasta el fin de ellos “ayer” (en tiempos pasados), siendo a la vez “el Autor y Consumador de la fe de ellos” (cap. 12:2), sigue siendo aún el mismo Jesucristo “hoy”, pronto para socorreros a vosotros también, si como ellos camináis “por fe” en él. Véase “este mismo Jesús”, Hechos 1:11. El que ayer (proverbial por el tiempo pasado) sufrió y murió, está hoy en la gloria (Apocalipsis 1:18). “Como la noche interviene entre ayer y hoy, y con todo la noche misma es absorbida por el ayer y el hoy, así el sufrimiento no interrumpió la gloria de Jesucristo, la que era ayer y hoy, de tal suerte que no continúe siendo la misma. El es el mismo ayer, antes de venir al mundo, y hoy, en el cielo. Ayer en el tiempo de nuestros antepasados, y hoy en nuestro siglo”. [Bengel]. De modo que la doctrina es la misma, no variable: este versículo (v. 8) pues, forma la transición entre el v. 7 y el v. 9. Cristo es siempre “el mismo” (cap. 1:12). El mismo en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento.

9. de acá para allá—mejor, “aparte”; no seáis apartados. Véase Efesios 4:14. diversas—doctrinas que difieren de la una fe en el uno y mismo Jesucristo, que les fué enseñada por sus pastores”. extrañas—ajenas a la verdad. afirmar el corazón en la gracia, no en viandas—no en la observancia de las distinciones judaicas entre comidas limpias e inmundas, a las que los judaizantes ascéticos agregaron en tiempos cristianos el rechazo de ciertas carnes y el uso de ciertas otras cosas: observado por Pablo en 1 Corintios 8:8, 1 Corintios 8:13; 1 Corintios 6:13. En Romanos 14:17 hay un paralelo exacto de este texto: éstas son algunas de las “doctrinas diversas y extrañas” de aquí. El cuerpo de Cristo, ofrecido una vez por todas, es nuestra verdadera “comida” espiritual para “comer” (v. 10), “el fuerte y susteñto de pan” (Isaías 3:1), el medio de toda “gracia”. nunca aprovecharon—respecto de la justificación, la purificación de la conciencia, y la santificación. Véase “caminar”, Hechos 21:21; es decir, con escrupulosidad supersticiosa, como si el culto a Dios consistiese en tales observancias legalistas.

10. El judaísmo y el cristianismo son totalmente distintos, tanto que “los que sirven al tabernáculo” (judaico), no tienen derecho a comer de nuestra comida espiritual evangélica: es decir, los sacerdotes judaicos y los que siguen su dirección en el servicio de la ordenanza ceremonial. Dice: “sirven al tabernáculo”; no: “SIRVEN EN el tabernáculo”. Contrástese con este servil culto el nuestro. un altar—la cruz de Cristo, sobre la cual fué ofrecido su cuerpo. La mesa del Señor es simbólica de este altar, la cruz; el pan y el vino representan el sacrificio en ella ofrecido. Nuestra comida, que por fe espiritualmente comemos, es la carne de Cristo, en contraste con las carnes típicas ceremoniales. Las dos cosas no pueden combinarse (Gálatas 5:2). El que no se entiende aquí un comer literal del sacrificio de Cristo en la cena del Señor, sino un espiritual, aparece cuando se coteja el v. 9 con el v. 10: “en GRACIA”, y “NO en VIANDAS”.

11, 12. Porque de la manera que “los cuerpos de aquellos animales cuya sangre es metida en el santuario … son quemados fuera del real”, así “Jesús también … padeció fuera de la puerta” del judaísmo ceremonial, del cual es tipo su crucifixión hecha fuera de la puerta de Jerusalén. Porque—razón por qué los que sirven al tabernáculo están excluídos de la participación de Cristo; porque su sacrificio no es como uno de aquellos sacrificios en que ellos tenían parte, pero que corresponde a uno que era “del todo quemado” (“holocausto”) afuera y que por tanto no se podía comer. Levítico 6:30 da la regla general: “Mas no se comerá de expiación alguna, de cuya sangre se metiere en el tabernáculo del testimonio para reconciliar en el santuario: al fuego será quemada”. La ofrenda por el pecado era de dos clases: la externa, cuya sangre era rociada sobre el altar exterior, y de cuyos cuerpos los sacerdotes podían comer; y la interna, que era lo contrario. el santuario—aquí es el lugar santísimo, en donde la sangre de la ofrenda por el pecado era traída el día de la propiciación. fuera del real—El real, donde estaba el tabernáculo y los sacerdotes levíticos y adoradores legales, durante las peregrinaciones en el desierto; siendo después la ciudad de Jerusalén (que tenía el templo), fuera de cuyos muros fué crucificado Cristo.

12. Por lo cual … Jesús—a fin de que el antitipo cumpliese el tipo. para santificar—Aunque no fué traída dentro del santuario del templo (v. 11), su sangre fué introducida en el santuario celestial, y “santifica al pueblo” (cap. 2:11, 17), purificándolos de todo pecado, y consagrándolos a Dios. por su propia sangre—y no por la de animales. fuera de la puerta—de Jerusalén; como si fuese indigno de la sociedad del pueblo del pacto. La ardiente ordalía de su padecimiento en la cruz corresponde a la quema de las víctimas: por ella fué completamente destruída su vida humana, como lo eran los cuerpos animales; la segunda parte de su ofrenda fué su introducción de su sangre en el santuario celestial delante de Dios, en su ascensión, para que fuese una eterna propiciación por el pecado del mundo.

13. Salgamos pues—este “pues” respira el aliento de la deliberada valentía de los creyentes. [Bengel] fuera del real—“fuera de la política legalista” [Theodoret] del judaísmo (véase v. 11). “La fe tiene a Jerusalén por campo (real), no por ciudad” [Bengel]. Contrasta con los judíos, que sirven a un santuario terrenal, a los cristianos, que tienen franqueado el altar del santuario celestial, que a la vez está cerrado a los judíos. Como Jesús sufrió fuera de la puerta, así deben los que desean ser de él retirarse espiritualmente de la Jerusalén terrenal y de su santuario, así como del mundo en general. Hay una referencia a Éxodo 33:7, cuando el tabernáculo fué quitado fuera del campamento, contaminado por la idolatría del pueblo del becerro de oro; de modo “que cualquiera que requería a Jehová, salía al tabernáculo del testimonio (como Moisés llamó al tabernáculo fuera del campamento), que estaba fuera del campo”; a figura viva de lo que los judíos debieran hacer, eso es: salir del culto carnal de la Jerusalén terrenal para adorar a Dios en espíritu, y lo que todos debemos hacer: abandonar todo carnalismo, formalismo mundano, todo culto sensual, y conocer a Jesús en su poder espiritual aparte de la mundanalidad, viendo que “no tenemos aquí ciudad permanente” (v. 14). llevando—cual Simón Cireneo. su vituperio—el vituperio que él llevó, y que todo su pueblo lleva con él.

14. aquí—sobre la tierra. Aquellos judíos que se asían del santuario terrenal, son representantes de todos los que se asen de esta tierra. La Jerusalén terrenal resultó ser no “una permanente”, siendo destruída un poco después de escrita esta carta, y con ella cayó la política civil y religiosa judaica: tipo de todo nuestro presente orden de cosas terrenales pronto a perecer. la por venir—(Cap. 2:5; 11:10, 14, 16; 12:22; Filipenses 3:20).

15. Como se menciona el “altar” de los cristianos en el v. 10, así también los “sacrificios” aquí (1 Pedro 2:5; a saber, “sacrificio de alabanza … y de hacer bien”, v. 16). Véase Salmo 119:108; Romanos 12:1. por medio de él—como el Mediador de nuestras oraciones y alabanzas (Juan 14:13); no por las observancias judaicas (Salmo 50:14, Salmo 50:23; Salmo 69:30; Salmo 107:22; Salmo 116:17). Era un antiguo dicho de los rabinos: “En una fecha cesarán todos los servicios, pero las alabanzas jamás cesarán”. alabanza—por nuestra salvación. siempre—no meramente en fechas fijas, como para el ofrecimiento de los sacrificios legales, sino a través de nuestras vidas. fruto de (nuestros) labios—(Isaías 57:19; Oseas 14:2). Bengel observa que el hebreo, Todah, es hermosamente enfático. Significa literalmente reconocimiento o confesión. Al alabar a una criatura, fácilmente podemos exceder la verdad; pero al alabar a Dios sólo tenemos que seguir confesando lo que ha hecho por nosotros. De ahí que es imposible exceder la verdad; aquí hay alabanza genuina.

16. YGriego: “pero”; pero el sacrificio de alabanza de los labios no es bastante; debe haber también un hacer bien (beneficencia) y comunicación (eso es, el compartimiento de una parte de lo nuestro, Gálatas 6:6) con los menesterosos. de tales sacrificios—mas no de los meramente ritualistas.

17. Obedeced a vuestros pastores—(Véanse vv. 7, 24). Esta mención triple de los gobernantes es peculiar a esta Epístola. En otras Epístolas Pablo incluye a los gobernantes en sus exhortaciones. Pero aquí se limita a la asamblea general de la iglesia, en contraste con los dirigentes, a los cuales se les manda que se rinda reverente sumisión. Ahora bien, esto es precisamente lo que podría esperarse cuando el apóstol a los gentiles escribiese a los cristianos palestinos, entre los cuales Jacobo y los once apóstoles habían ejercido autoridad más inmediata. Convenía que no pareciese que se oponía a la autoridad de aquellos dirigentes, sino más bien que fortalecía las manos de ellos; no pretende tener autoridad alguna sobre ellos mismos. [Birks]. “Acordaos” de vuestros dirigentes finados (v. 7): obedeced a los actuales; y además, obedeced no sólo cuando no se requiera sacrificio de uno, y cuando estéis persuadidos de que ellos tienen la razón (así el griego por “obedecer”), sino también “sujetaos a ellos” como asunto de respetuosa sumisión, aun cuando vuestro criterio y voluntad os inclinaran en sentido contrario. ellos—por su parte; así el griego. Como ellos cumplen su deber, así haced vosotros el vuestro. Véase la exhortación de Pablo en 1 Tesalonicenses 5:12. han de dar cuenta—El más fuerte estímulo a la vigilancia (Marco 13:34). Crisóstomo fué muy impresionado por estas palabras, como nos dice (De Sacerdotio, B. 6): “El temor a esta amenaza agita continuamente a mi alma”. para que lo hagan—“valen por la eterna salvación de vuestra alma”. Es una grave responsabilidad que un hombre tenga que dar cuenta por los hechos de otros, si él no es capaz para los propios. [Estio, de Aquinas]. Me pregunto si será posible que algunos de los gobernantes sean salvados. [Crisóstomo]. Véase el discurso de Pablo a los ancianos de Efeso (Hechos 20:28; 1 Corintios 4:1), donde también relaciona la responsabilidad del ministro con la cuenta que ha de rendirse luego (véase 1 Pedro 5:4). con alegría—por vuestra obediencia; anticipando también que vosotros seréis “el gozo” de ellos en el día del Juicio (Filipenses 4:1). no gimiendo—por vuestra desobediencia, temiendo acaso que en el día de las cuentas vosotros estéis entre los perdidos en vez de ser el gozo y corona de ellos. Al rendirse cuenta, los mayordomos son responsables si algo se pierde del Maestro. “Aliviadles la fatiga con toda atención y respeto, para que con alegría cumplan su deber, que es bastante arduo en sí aun cuando no se añada desagrado de parte vuestra” [Grocio]. esto—La tristeza de parte de vuestros pastores no os aprovecha nada, pues debilita su poder espiritual; además, “los gemidos” de otras criaturas son oídos; ¡cuánto más los gemidos de los pastores!” [Bengel]. Dios será provocado, pues, a vengar a vosotros los gemidos de ellos. Si ellos deben rendir cuenta a Dios por su negligencia, así debéis vosotros por vuestra ingratitud hacia ellos. [Grocio].

18. Orad por nosotros—Pablo acostumbra pedir por sí las intercesiones de la iglesia al terminar sus Epístolas, así como las principia asegurándoles que los tiene en su corazón en sus oraciones (pero en ésta sólo al llegar al cap. 13:20, 21; Romanos 15:30). El “nos” incluye a Pablo y sus compañeros. En el v. 19 vuelve al singular “yo”. confiamos que tenemos buena conciencia—A pesar de vuestros celos anteriores, y de las denuncias de mis enemigos en Jerusalén, que han motivado mi encarcelamiento en Roma. En refutación de las calumnias de los judíos protesta su propia buena conciencia delante de Dios y de los hombres en el mismo lenguaje como aquí (Hechos 23:1; Hechos 24:16, Hechos 24:20 : donde virtualmente dice que su respuesta a Ananías no fué impaciencia indigna; porque, en efecto, fué una profecía que al momento fué inspirado para pronunciar, y que se cumplió un poco después). confiamosGriego, “estamos persuadidos”, según los manuscritos más antiguos. La buena conciencia produce la confianza, donde el Espíritu Santo dirige la conciencia (Romanos 9:1). conversar bien—comportarnos “buenamente”, de la misma raíz griega que “buena conciencia”. Es decir: recta, decorosamente.

19. Y más—adverbio griego en superlativo: “lo más encarecidamente os ruego …” hagáis así—que oréis por mi. sea más presto restituído—(Filemón 1:22). Es aquí donde por primera vez se menciona a sí mismo, de una manera tan discreta como para no predisponer a los lectores hebreos en su contra, lo que hubiera resultado si hubiese comenzado esta Epístola como las otras suyas, con el anuncio autoritario de su nombre y de su comisión apostólica.

20. La oración de terminación. el Dios de paz—Así Pablo en Romanos 15:33; Romanos 16:20; 2 Corintios 13:11; Filipenses 4:9; 1 Tesalonicenses 5:23; 2 Tesalonicenses 3:16. Era de suponerse que el judaísmo sembraría entre los hebreos semillas de discordia, de desobediencia hacia sus pastores (v. 17), y de desavenencia hacia Pablo. El Dios de paz, dando la unidad de la doctrina verdadera, los uniría en mutuo amor. que sacó de los muertosGriego, “levantó”. Dios levantó al Pastor; el Pastor levantará al rebaño. Aquí sólo en la Epístola se menciona la resurrección. No iba a concluír sin mencionar el eslabón que une las dos verdades principales de la discusión: el único sacrificio perfecto y la continua intercesión sacerdotal—la profundidad de su humillación y la altura de su gloria—el “altar” de la cruz y la ascensión al celestial Santísimo. gran (véase cap. 4:14) pastor de las ovejas—Un título bien conocido por los hebreos que leían el Antiguo Testamento (Isaías 63:11, versión de los Setenta): primariamente Moisés, antitípicamente Cristo; ya comparados juntos en el cap. 3:2-7. Es natural la transición de los pastores terrenales (v. 17), al Jéfe Pastor, como en 1 Pedro 5:1. Véase Ezequiel 34:23, y las palabras de Jesús mismo, Juan 10:2, Juan 10:11, Juan 10:14. por la sangreGriego, “en”, en virtud de la sangre (cap. 2:9); fué a causa de su muerte sangrienta a nuestro favor que el Padre lo levantó y lo coronó de gloria. La “sangre” fué el sello del eterno pacto hecho entre Padre e Hijo; en virtud de la sangre del Hijo, Cristo primero fué levantado, luego el pueblo de Cristo lo será (Malaquías 9:11 al parecer aludido aquí; Hechos 20:28). eterno—La calidad de eterno del pacto requirió la resurrección. Esta frase, “la sangre del pacto eterno”, es un resumen retrospectivo de la Epístola (véase 9:12). Señor Jesucristo—(Cristo omitido de algunos manuscritos) el título que señala su persona y su señorío sobre nosotros. Pero en el v. 21, “por Jesucristo”. Su oficio, como del Ungido del Es píritu, le hace el medio de comunicarnos al Espíritu: la santa unción que fluye de la Cabeza sobre los miembros (véase Hechos 2:36).

21. Os haga aptos—dicho propiamente de una rotura sanada; os una en perfecta armonía. [Bengel]. hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros—(Cap. 10:36). Todo lo bueno que hacemos, Dios lo hace en nosotros. agradable—(Isaías 53:10; Efesios 5:10). por Jesucristo—“Dios haciendo en vosotros … por medio de Jesucristo” (Filipenses 1:11). al cual—a Cristo. Concluye como principió (cap. 1:2-4), dando gloria a Cristo.

22. soportéis la palabra—Como los hebreos no pertenecían a la sección asignada a Pablo (sino los gentiles), hace uso de ruego suave, más bien que de mandato de autoridad. en breve—en pocas palabras, en comparación con las que podrían haber sido dichas sobre tema tan importante. Pocas, en una Epístola que es más un tratado que epístola (véase 1 Pedro 5:12). Sobre la inconsecuencia aparente con Gálatas 6:11, véase mi nota allí.

23. nuestro hermano Timoteo—Así Pablo en 1 Corintios 4:17; 2 Corintios 1:1; Colosenses 1:1; 1 Tesalonicenses 3:2. está suelto—de la cárcel. Así Aristarco estuvo preso con Pablo. Birks traduce: “despedido”, “despachado”, es decir, en misión a Grecia, como prometió Pablo (Filipenses 2:19). Sin embargo, alguna suerte de detención se indica, antes de serle permitido ir a Filipos. Pablo, si bien en libertad ya, todavía estaba en Italia, de donde envía las salutaciones de los cristianos italianos (v. 24), mientras esperara la llegada de Timoteo, para emprender juntos el viaje a Jerusalén: sabemos por 1 Timoteo 1:3 que él y Timoteo estaban juntos en Efeso después de su partida desde Italia hacia el oriente. Pablo indica que si Timoteo no venía pronto, saldría de viaje a los hebreos en seguida.

24. a todos—Las Escrituras se dirigen a todos, jóvenes y viejos, no meramente a los ministros. Véase las diferentes clases llamadas: “esposas”, Efesios 5:22; hijitos, 1 Juan 2:18, Joel 2:18; “todos”, 1 Pedro 3:8; 1 Pedro 5:5. Dice aquí “todos”, porque los hebreos a quienes habla no están todos en un solo lugar, aunque habla principalmente a los jerosolimitanos. Los de Italia—no sólo los hermanos (los santos) de Roma, sino también de otros lugares de Italia.

25. La salutación paulina característica de todas sus otras trece Epístolas, como él mismo dice (1 Corintios 16:21, 1 Corintios 16:23; Colosenses 4:18; 2 Tesalonicenses 3:17). Esta salutación no se halla en epístola de otro apóstol durante la vida de Pablo. Se usa en Apocalipsis 22:21, escrita posteriormente, y en Clemente de Roma. Reconocida como signo distintivo de él (2 Tesalonicenses 3:17), nadie más lo usó mientras él vivía. El griego aquí es: “La gracia (eso es, de nuestro Señor Jesucristo) sea con todos vosotros”.

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