La misma ley que prohibía que un ciudadano romano fuera azotado, también le prohibía ser atado. (San Agustín, lib. I. De Serm. Dni. Cap. 29.) --- Fue bajo Claudio que se introdujo el abuso de comprar la libertad de Roma. Al principio, el nombre de un romano se estimó mucho y se compró a muy buen precio. Ahora (tal es el vacío y la vanidad de los títulos) es rechazado y despreciado; es más, se ha huido y se le considera vergonzoso.

(Silvian. De Gubern. Dei, lib. V.) --- Si San Pablo, en esta ocasión, hace uso de su privilegio, no es que no estuviera preparado, o que temiera morir por Cristo; sino porque era lícito utilizar medios ordinarios para librarse de las dificultades y reservarse para futuros servicios a la religión. (Denis el Cartujo)

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