Pero uno de ellos, llamado Caifás, siendo el sumo sacerdote, etc. No dijo esto, dice el evangelista, de sí mismo, sino como el sumo sacerdote de ese año. Se le dio el espíritu de profecía, y predice que Jesús iba a dar su vida tanto por la nación de los judíos como por toda la humanidad. El don de profecía en sí mismo no hace santo al hombre. También se le dio al malvado Balaam. (Números cap.

xxiv.) (Witham) --- Se supone que ejerció el oficio de sacrificio alternativamente con su suegro, Anás, quien, como hemos visto en Lucas iii. 2. también era sumo sacerdote. (Biblia de Vence)

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