No le romperás ni un hueso. Esto, que se habló literalmente del cordero pascual (Éxodo xii. 46), lo aplica el evangelista a Cristo, de quien el cordero era una figura. (Witham) --- Esto se había dicho del cordero pascual, que era una figura de Jesucristo. (Éxodo xii. 46. y Números ix. 12.)

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