Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo.

Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: Hueso de él no será quebrado. La Escritura a la que se hace referencia no puede ser otra que la estricta y notable ordenanza con respecto al Cordero Pascual, que ninguno de sus huesos debía ser quebrado (Éxodo 12:46; Números 9:12). Y si es así, tenemos a este apóstol, así como a Pablo, presentando al Cordero Pascual como una prefiguración típica del "Cordero de Dios". En el Salmo 34:1 hay un verso que algunos, considerándolo como mesiánico, han pensado que se refiere al pasaje citado por el Evangelista: "Él guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado". Pero eso más bien es una forma específica de expresar el cuidado minucioso con el que Dios vela por su pueblo en el cuerpo; y la visión correcta de su relación con Cristo es notar lo congruente que era que eso se realizara literalmente en Él, lo cual estaba destinado a expresar de manera general la seguridad de todos sus santos. Pero nos perderemos uno de los diseños más augustos de Dios en los sufrimientos de su Hijo si nos detenemos aquí. Hasta el momento de su muerte, se permitió que se le hiciera toda indignidad imaginable al sagrado cuerpo del Señor Jesús, como si, mientras el Sacrificio estuviera incompleto, el Señor, quien había cargado sobre Él la iniquidad de todos nosotros, no interviniera. Pero tan pronto como Él "terminó" la obra que se le había encomendado, se descubre que una Mano Invisible ha provisto para que los garrotes de los rudos soldados no entren en contacto con ese Templo de la Divinidad. Muy diferente de esa violencia fue el golpe de lanza, por el cual no solo Tomás incrédulo agradecería al soldado, sino también los creyentes inteligentes de todas las edades, para quienes la certeza de la muerte y resurrección de su Señor es la vida de todo su cristianismo. 

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