Todavía no se había dado el espíritu, de esa manera particular y extraordinaria, porque Jesús aún no había sido glorificado por su ascensión y la venida del Espíritu Santo. (Witham) --- Se dice que el Bautista fue lleno del Espíritu Santo desde el vientre de su madre; que Zacarías, cuando profetizó acerca de su hijo, y la Santísima Virgen, cuando profetizó acerca de nuestro Señor, fueron ambos llenos del Espíritu Santo; que Simeón y Ana fueron inspirados por el Espíritu Santo, para declarar la grandeza de Cristo.

¿Cómo se puede reconciliar esto de otra manera con este texto de San Juan, que al decir que este don del Espíritu Santo, después de la ascensión de Cristo, fue mucho más abundante que nunca antes? Porque nunca leemos que hombres inspirados por el Espíritu Santo antes de la venida de Cristo hablaran idiomas que nunca habían aprendido. (San Agustín, 4 de Trin. Cap. Xx.) --- Todavía se recibe el Espíritu Santo, pero nadie habla en lenguas: porque la Iglesia misma, esparcida por toda la tierra, habla los idiomas de todos.

(San Agustín, tratado. 32. en S. Juana.) --- Los cristianos primitivos de Corinto consultaban a San Pablo sobre el tema de estos dones o gracias espirituales, frecuentemente comunicados en los sacramentos del bautismo y la confirmación. En su Epístola, dirigida a ellos, (1 Corintios capítulo xii.) Él explica esos dones, y se queja de que algunos entre los corintios no hicieron un uso correcto de estos dones; especialmente los que tenían el don de lenguas, y lo usaban más por vanidad que para beneficio de otros.

En el último versículo de 1 Corintios cap. xii. añade: Pero sé celoso de los mejores dones. Y les muestro un camino aún más excelente. Y en el capítulo 13, describe la excelencia, los caracteres de caridad que ensalza por encima de todos los demás dones. (Haydock)

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