Porque los hombres enfermos generalmente dirigen sus pensamientos hacia Dios, pero cuando se recuperan, olvídalo, se le ordena al leproso que piense en Dios y le agradezca. Por tanto, es enviado al sacerdote para que presente su ofrenda (Levítico xiv. 4) para que, entregándose al examen del sacerdote, sea contado entre los limpios. (San Juan Crisóstomo, hom. Xxvi. En Matt.) --- Por esto nuestro Salvador testificaría al sacerdote, que este hombre no fue sanado por la ordenación de la ley, sino por el poder de la gracia, que está por encima de la Ley.

También muestra que no vino para destruir, sino para cumplir la ley. (San Ambrosio) --- Jesucristo parece aprobar aquí los sacrificios legales, que la Iglesia no recibe; y esto lo hizo, porque aún no había establecido que el más santo de todos los sacrificios santos, el sacrificio de su propio cuerpo. Los sacrificios figurativos no debían ser abrogados, antes de que eso, que ellos prefiguraban, fuera establecido por la predicación de los apóstoles y la fe de los creyentes cristianos.

(San Agustín, quest. Ii. B. 3. de quæst. Evang.) --- Por este leproso está representada toda la raza humana, que estaba cubierta de una lepra espiritual y languideciendo en la corrupción del pecado; por cuanto todos pecaron y necesitan la gloria de Dios; (Romanos iii.) Por lo tanto, extendió su mano, es decir, se vistió con nuestra naturaleza humana, para que pudiéramos ser limpiados de nuestros errores anteriores, y pudiéramos ofrecer a cambio de este favor nuestros cuerpos, un sacrificio vivo a Dios. (Ven. Bede)

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