Cuán grande es la locura de este pueblo incrédulo que, al confesar que sólo Dios puede perdonar los pecados, no le creerá a Dios cuando le conceda el perdón. (San Ambrosio) --- Ciertamente dijeron la verdad, porque nadie puede perdonar los pecados sino sólo Dios, que perdona nuestras ofensas por el ministerio de otros, a quienes ha confiado este poder, tanto en el bautismo como en la penitencia. Pero Cristo, al perdonar los pecados como Dios, es decir, con su propio poder, demuestra claramente a toda su divinidad. (Ven. Bede)

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