Cristo eligió a estos doce como compañeros individuales y domésticos. A estos les confió el cargo de fundar y gobernar su Iglesia. Los envió como legados o embajadores (porque éste es el significado de la palabra apóstol) a todo el mundo. Por tanto, su poder era más universal que el de los obispos, que se limita a sus propias diócesis o distritos. La jurisdicción de los apóstoles no se limitó al lugar.

(Tirino) --- Este poder que Jesucristo delegó a sus apóstoles, y que fue para el beneficio y regulación de la Iglesia universal en todas las edades futuras, los apóstoles, a su vez, delegaron a sus sucesores en el ministerio, con tales regulaciones y limitaciones que han sido juzgadas en el Espíritu Santo necesarias para el gobierno apropiado del reino espiritual de Dios sobre la tierra. Y es el colmo de la presunción cuestionar cualquier ordenación que nos llegue con la autoridad de la Iglesia Católica: porque, "todo lo que la Iglesia dice, es verdad; todo lo que permite es lícito; todo lo que prohíbe, es malo; todo lo que ordena , es santo; todo lo que instituye, es bueno.

"(San Agustín) --- ¡Cuán inútil es entonces la objeción de Calvino, quien pretende que un apóstol, siendo nada más que un legado, no puede hacer leyes, ni prescribir o enseñar nada que no esté expresado en su mandatum! (Calvino, Inst. Lib. Iv. Cap. 8)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad