Cierras el reino de los cielos. Aquí se toma esto por la felicidad eterna, que sólo puede obtenerse por la fe en Cristo, ya que él se llama a sí mismo la puerta. (San Juan cap. X) --- Ahora los fariseos, al negarse a creer en él y conspirar contra él, disuadieron a los que de otra manera habrían creído en Cristo, de profesar su nombre y seguir sus doctrinas, y así cerraron la puerta del cielo contra ellos. (Nicolás de Lyra.) --- En todas estas reprensiones, es de notar, por el honor del sacerdocio, Jesucristo nunca reprende a los sacerdotes por ese nombre. (S. Cipriano, ep. Lxv.)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad