Devoras las casas de las viudas. Aquí nuestro bendito Salvador reprende severamente la hipocresía y otros vicios de los escribas y fariseos, un poco antes de su muerte, para hacerlos entrar en sí mismos y evitar que seduzcan a otros. (Witham) --- Los fariseos, por todos los medios a su alcance, se esforzaron por persuadir a las viudas de los pobres para que hicieran votos u ofrendas para el templo, con lo cual ellos mismos se hicieron ricos, y así devoraron las casas de las viudas.

(Nicolás de Lyra.) --- Quien sea perpetrador del mal, merece fuertes castigos; pero el hombre que comete iniquidad bajo el manto de la religión, merece un castigo aún más severo. (Orígenes) --- Lo mismo se dice del ayuno, la limosna, la oración. (Mateo vi.) --- Como arriba nuestro Señor había inculcado ocho bienaventuranzas, así aquí denuncia ocho ayes o amenazas de juicio inminente, a los escribas y fariseos, por su vil hipocresía. (Jansenius)

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