Y Elías respondió y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy un hombre de Dios, que descienda fuego del cielo y te consuma a ti y a tus cincuenta. Esto se ha transcrito de la siguiente manera: "Si soy un hombre de Dios, como tú dices, pero no piensas, entonces no estoy obligado a obedecer al rey, sino a Dios, ni estoy sujeto a su poder, sino al de Dios, quien te hará saber que él juzga en la tierra. " Y descendió fuego del cielo y lo consumió a él ya sus cincuenta.

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