Mi doctrina caerá como la lluvia, la lluvia suave y persistente que da fruto en abundancia; mi palabra destilará, fluirá suavemente, como el rocío, como la lluvia pequeña, aguaceros suaves, sobre la hierba tierna, como brota de las yemas en la primavera, y como aguaceros sobre la hierba, sobre la vegetación joven. Ese sería el efecto del cántico de Moisés en los corazones del pueblo, como el de una lluvia suave y fructífera.

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