y encuentro más amarga que la muerte a la mujer cuyo corazón son lazos y redes, que usa palabras y miradas para engatusar a sus víctimas, y sus manos como vendas, ya que las usa en abrazos voluptuosos; quien agrada a Dios escapará de ella, por Su especial misericordia; pero el pecador, no dispuesto a aceptar la corrección de la Palabra de Dios, será tomado por ella, entregado a sus seducciones en justo castigo por su desobediencia.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad