Y encuentro en mi propia triste experiencia, que Salomón registra aquí como un testimonio de su verdadero arrepentimiento por sus horribles abortos involuntarios, por los cuales estuvo dispuesto a avergonzarse a sí mismo, no solo del presente, sino de todas las generaciones venideras; más amarga que la muerte es la mujer, la mujer extraña, de la que tanto habla en los Proverbios; más irritante y pernicioso, por producir esos horrores de conciencia, esos reproches, enfermedades y otras plagas, tanto temporales como espirituales, de Dios, que son mucho peores que la mera muerte del cuerpo y, después de todo esto, destrucción eterna; cuyo corazón son trampas y redes que está lleno de artimañas para atrapar a los hombres; y sus manos por obsequios o acciones lascivas, como bandasCon lo cual los mantiene en una servidumbre cruel, de modo que no tienen ni el poder ni la voluntad de abandonarla, a pesar de todos los peligros y males que saben que acompañan a tales prácticas.

El que agrada a Dios En hebreo, el que es bueno ante Dios , el que es sincero y en el juicio de Dios, verdaderamente piadoso; escapará de ella será preservada de caer en sus manos. Por esto da a entender que ni un buen temperamento, ni una gran discreción, ni una buena educación, ni ninguna otra cosa, excepto la gracia de Dios, es suficiente preservativo del dominio de las concupiscencias carnales; pero el pecador que descansa satisfecho sin la gracia salvadora de Dios y la verdadera piedad, y por lo tanto vive en pecado conocido y voluntario; será tomado por ella será enredado y mantenido en sus cadenas.

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