El Señor es mi fuerza y ​​mi cántico, el gran poder de Jehová, o Jah, como el poeta abrevia el nombre aquí, es la inspiración de su cántico, y se ha convertido en mi salvación; a los que son suyos, les ha concedido la liberación de los peligros que los amenazaban. Él es mi Dios, enfáticamente: tal es mi Dios, porque el Dios verdadero es elevado y engrandecido más allá de todos los ídolos ; y le prepararé una morada, le glorificaré y alabaré mucho; Dios de mi padre, y lo ensalzaré.

Lo que Dios había prometido a los patriarcas, especialmente a Abraham, con respecto a la liberación de la esclavitud de Egipto, ahora se había cumplido, porque el derrocamiento del ejército de Faraón marcó el comienzo de la existencia de Israel como pueblo libre.

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