Y Moisés dijo así a los hijos de Israel; pero no escucharon a Moisés por angustia de espíritu y por cruel servidumbre, literalmente, por falta de aliento y por dura esclavitud. No era meramente una aflicción física con la que estaban sufriendo, sino que su espíritu estaba casi quebrantado por la dureza insoportable del trato que recibieron.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad