No escucharon - El contraste entre la recepción de esta comunicación y la registrada en se explica por el cambio de circunstancias. En la primera ocasión, el pueblo estaba relativamente tranquilo, acostumbrado a su suerte, suficientemente afligido para anhelar la liberación y suficientemente libre de espíritu para esperarla.

Para la angustia - Ver el margen; sin aliento, por así decirlo, después de su cruel desilusión, estaban completamente absortos en su miseria, incapaces y sin ganas de atender a ninguna nueva comunicación.

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