Y un río salía del Edén para regar el jardín; y de allí se partió y se convirtió en cuatro cabezas. Este gran río tuvo su comienzo en la tierra del Edén, fluyó a lo largo de todo el jardín y luego se dividió en cuatro comienzos, o cabezas de arroyos, que formaban brazos separados o ríos.

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