Y Su brillo era como la luz, brotando como la luz del sol cuando la bola del sol se eleva sobre el horizonte; Tenía cuernos, los rayos del sol tal como aparecen por primera vez, saliendo de Su mano, a cada lado, la aparición de Dios estaba acompañada de una luz brillante; y allí estaba el ocultamiento de Su poder, Su poder omnipotente, por así decirlo, siendo velado por el esplendor de Su apariencia.

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