Vuestro país está desolado, ha sido convertido en un desierto por las incursiones de los enemigos, vuestras ciudades han sido quemadas por el fuego, devastadas por hordas de saqueadores; tu tierra, extraños la devoran en tu presencia, es decir, los frutos de la tierra, de los campos y huertos, fueron tomados por los invasores, y está desolada, convertida en un desierto, como derribada por extraños, condiciones como las de los bárbaros usualmente producir.

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