En ese día, bajo la influencia de un arrepentimiento que llega demasiado tarde, un hombre arrojará sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que ellos mismos hicieron cada uno para adorarlos, a los topos y a los murciélagos, en el primer lugar. grieta conveniente, en un esfuerzo por deshacerse de su presencia incriminatoria;

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