Así dice el Señor a su ungido, el rey apartado por la providencia del Señor, para su propósito especial, a Ciro, cuya diestra he sostenido, para sostenerlo y fortalecerlo en la obra de su llamamiento, para someter naciones delante de él, Ciro saliendo victorioso por la fuerza de Jehová; y desataré los lomos de los reyes, quitándoles el cinto que les permitía salir a la batalla, dejando así indefensos la acción del Señor, para abrir ante él las puertas de dos hojas, las de todas las ciudades contra las cuales haría la guerra. ; y las puertas no se cerrarán, ninguna ciudad se atreverá a resistirle.

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