Si apartas tu pie del día de reposo, considerado el día de reposo como tierra santa, que ningún pie impío se atrevió a tocar, de hacer tu voluntad en Mi día santo, lo que agrada al corazón natural del hombre, y llamas al día de reposo un deleite, un refrigerio. porque el alma, el santo del Señor, honorable, manteniéndola sagrada en la manera ordenada por el Señor, y lo honrará, no haciendo sus propios caminos, ni encontrando su propio placer, ni hablando sus propias palabras, con vanidad y necedad :

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