una. Sí, la verdad deja de ser, la fidelidad se abandona; y el que se aparta del mal, oponiéndose abiertamente a la perfidia y la maldad, se hace presa, se convierte en objeto de violencia por todos lados. Esta es la experiencia que todos los creyentes pueden tener en un momento u otro, que su testimonio de la verdad les provoca el odio de los impíos.

B. Y el Señor lo vio, es decir, la condición desesperada de su pueblo, y le disgustó que no hubiera juicio, que nadie interfiriera para castigar y liberar.

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