He aquí, estoy contra ti, oh montaña destructora, dice el Señor. Babilonia llamó así a causa de la destrucción física y moral que trajo sobre las naciones por un uso falso de su gran poder, que destruye toda la tierra; y extenderé Mi mano sobre ti y te haré rodar desde las rocas que ocupaba, por así decirlo, en su posición en la cima de las montañas sobre todas las naciones, y te convertiré en una montaña quemada, un volcán extinguido en cuenta de que su sustancia fue devorada por el fuego, de modo que ya no podría servir como base de roca para futuros reinos de destrucción.

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