una tierra de tinieblas, como la oscuridad misma, negra como las sombras de la medianoche; y de la sombra de la muerte, sin ningún orden, llena de confusión caótica, y donde la luz es como tinieblas, literalmente, "donde es la luz como la medianoche", se dice de la oscuridad más intensa, una penumbra completamente sin sol. Aquí Job, en la amargura de su alma, dio paso a una desesperanza que nunca debería encontrarse en un creyente, pero que a veces amenaza con abrumarlo. Es sólo el recuerdo de la inquebrantable bondad de Dios, como característica de la fe, lo que Guárdanos de tales profundidades de desesperación.

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