Incluso desde los días de vuestros padres os habéis apartado de Mis ordenanzas y no las habéis guardado, siendo esta la razón por la que Él les ha negado la plenitud de Su bendición y salvación. Vuélvete a mí, y yo volveré a ti, ha dicho el Señor de los ejércitos, haciendo su súplica con toda sinceridad, ya que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Pero dijisteis, todavía ciegos ante sus transgresiones: ¿A dónde volveremos? No se dieron cuenta de que el verdadero servicio de Jehová debe ser un crecimiento desde adentro, desde un corazón que vive en Su temor. Por eso el profeta pide, a su vez, para despertarlos a la conciencia del verdadero significado del culto,

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