Por tanto, así ha dicho el Señor: He aquí, contra esta familia, sobre esta generación de malhechores, concibo un mal; Él, a su vez, planea cómo castigarlos adecuadamente con un juicio severo, del cual no os apartaréis. vuestros cuellos, como un yugo que no se puede sacudir por mucho que apriete; ni andaréis con altivez, andando y comportándose con altivo orgullo; porque este tiempo es malo, en el cual la depresión de espíritu y el silencio lúgubre vendrían sobre los miembros de la nación a causa del yugo de opresión impuesto sobre ellos por la conquista de su país y la angustia del exilio.

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