Tales habían sido sus acciones habituales. Habían hecho todo esto, dice, como un acto continuo, hasta ese momento. Eran habitualmente inventores de la iniquidad, hacedores del mal. Fue siempre renovado. De noche pecaron de corazón y de pensamiento; de día, en acto. Y así habla de ello en el presente. Ellos lo hacen. Pero, aunque renovado en nuevos actos, fue un curso ininterrumpido de actuación. Y entonces él también usa la forma, en la cual los hebreos hablaron de hábitos ininterrumpidos, han codiciado, han robado, han tomado. Ahora vino la parte de Dios.

Por lo tanto, así dice el Señor - Dado que oprimen a familias enteras, he aquí que me pondré en contra de toda esta familia; ya que ellos inventan la iniquidad, he aquí que yo mismo, por mí mismo, en mi propia persona, estoy ideando. Muy horrible es que Dios Todopoderoso ponga su propia sabiduría infinita en contra de los dispositivos del hombre y la emplee adecuadamente para castigar. “No estoy ideando un castigo común, sino uno para inclinarlos sin escapar; "Un mal del cual" - Se vuelve de repente hacia ellos, "no te quitarás el cuello, ni te irás con arrogancia". Ribera: "El orgullo era la fuente de esa codicia ilimitada", ya que era el orgullo el que debía ser postrado en castigo. El castigo es proporcional al pecado. Habían hecho todo esto con orgullo; deberían tener la libertad y la voluntad propia en las que los habían desquiciado, domesticado o tomado de ellos. Como los animales con un yugo pesado sobre ellos, deberían vivir en una esclavitud deshonrada.

Las diez tribus nunca pudieron retirar sus cuellos del yugo. De las dos tribus, Dios lo eliminó después de los 70 años. Pero los mismos pecados contra el amor de Dios y el hombre trajeron el mismo castigo. Nuestro Señor volvió a hablar del infortunio contra su codicia Lucas 16:13; Lucas 11:39; Mateo 23:14, Mateo 23:23, Mateo 23:25; Marco 12:4. Todavía los excluía del servicio de Dios, o de recibirlo, su Redentor. Todavía echaron a perder los bienes Hebreos 10:34 de sus hermanos. En el último y terrible asedio, “hubo deseos insaciables de saqueo, búsqueda de las casas de los ricos; el asesinato de hombres y los insultos de mujeres fueron promulgados como deportes; bebieron con sangre lo que habían echado a perder ". Y así la profecía se cumplió por tercera vez. Quienes se retiren del yugo fácil de obediencia de Cristo no se apartarán del yugo del castigo; aquellos que, por orgullo, no doblegarán sus cuellos, sino que los pondrán rígidos, se doblarán para que ya no se pongan erguidos ni arrogantes Isaías 2:11. Solo el Señor será exaltado en ese día. Porque es un mal momento. Quizás le da un significado más especial a las palabras de Amós Amós 5:13, que un tiempo de maldad moral será, o terminará en, un tiempo, lleno de maldad, es decir, de mayor calamidad.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad