Los dolores de la mujer que da a luz vendrán sobre él, en los dolores más violentos que acompañan al castigo del Señor. Es un hijo insensato , tonto como un bebé detenido; porque no debe permanecer mucho tiempo en el lugar del nacimiento de los hijos, es decir, si el nacimiento no se produce en el momento adecuado, la vida de la madre y del niño está en peligro. Por tanto, Efraín es un hijo necio, porque ahora, cuando llega el momento del arrepentimiento, retrasa su nuevo nacimiento, se niega a convertirse. Pero para que los verdaderos hijos de Dios no sean llevados a la desesperación, el Señor anuncia la liberación de la muerte y la destrucción a través de Su poder omnipotente.

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