Oh Señor, verdaderamente soy Tu siervo; Soy Tu siervo e hijo de Tu sierva, por lo que, como siervo nacido en casa, reclama los privilegios del amor del pacto de Dios para con Su pueblo. Has desatado mis ataduras, dándole la libertad del pueblo de Dios. Por eso expresa una vez más su gratitud.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad