Idolatría prepotente

2 Reyes 16:10

El llamamiento del rey de Asiria estuvo plagado de consecuencias desastrosas. "Lo afligió y no lo fortaleció". Bien, que el Apóstol nos advierta que no estemos en yugo con incrédulos. Tales alianzas siempre resultan en la ruina de los hijos de Dios. No podemos servir a dos amos. Así, en la hora de angustia, a pesar de las crecientes y nobles protestas de Isaías, este mismo rey Acaz cometió aún más delitos contra Jehová.

Es notable, como muestra de la locura del corazón humano, que en la hora más baja de su degradación ante su conquistador, Acaz imitó el altar que vio en Damasco. Por esto, el antiguo altar de bronce del templo de Jehová fue desplazado; y sobre él, en el sagrado templo, se ofrecían sacrificios a los dioses de los paganos. ¡Ay, hay demasiado de esto en la actualidad! Los hombres están volviendo de la simplicidad y espiritualidad de Cristo a filosofías y sistemas explotados, que en el pasado no lograron satisfacer el hambre del alma. Cuidémonos del vacío del alma en el que se inmiscuyen tales cosas malas. Solo cuando somos llenos del Espíritu que mora en nosotros, somos inmunes contra estas tentaciones.

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